No atina al blanco; así podríamos calificar al Mindefensa. Esa es la percepción que se tiene de su desempeño al frente de la cartera de la defensa y seguridad nacional. No pocos casos de desaciertos ha tenido y en sus manos se diluye el prestigio de las fuerzas armadas y de policía que en otras épocas gozaban de confianza, credibilidad y por consiguiente de alto reconocimiento.
Pareciese que no sabe para dónde va, ni tiene control ni liderazgo sobre sus tropas y mucho menos tiene una política de seguridad exitosa.
Episodios escandalosos envuelven a las fuerzas armadas por citar algunos : chuzadas de sus organismos de inteligencia sobre los opositores del gobierno así como a políticos , Magistrados , periodistas , columnistas de opinión , academicos, líderes de derechos humanos, abogados etc ; actos de traición desplegados por un general que filtró información de inteligencia por 18 años a las FARC colocando en inminente peligro a las tropas; luchas enconadas al interior por el poder, entre Generales y Coróneles en busca de ascensos y promociones para sus cuadros cercanos ante lo que se denota indisciplina e intrigas en el alto mando que les hace perder el norte y la efectividad de su misión castrense; convivencia y permisibilidad con sectores mafiosos como el caso del ñeñe Hernandez donde gozaba de la amistad y la protección del alto círculo de generales que le prestaba helicópteros para transportarse y le invitaban a ágapes sociales; bombardeo indiscriminado sobre la población civil donde han caído niños por errores de cálculo y de inteligencia en la persecución de fuerzas irregulares; exterminio de líderes sociales y reinsertados como el caso del catatumbo que tiene a un Coronel respondiendo por asesinato; corrupcion en alto grado en los procesos de contratación y desvío de los gastos reservados; y el más reciente, la brutal violencia sexual sobre una niña indígena de la etnia embera, horripilante delito e indignante acontecimiento que le ha dado la vuelta al mundo; escasos resultados por no decir intrascendentes en la lucha contra las disidencias guerrilleras de las FARC y el subversivo ELN; nula efectividad en la lucha contra las bandas criminales dedicadas al narcotrafico y la minería ilegal.
A todo ello cabe preguntar ¿ por qué ante la gravedad de los hechos denunciados y que se encuentran en tardíos análisis preliminares en la Procuraduría, la Fiscalía y demás entes de control aún no hay resultados ? ¿Por qué así como la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloria General de la República conformaron un triunvirato para enjuiciar en sus respectivas competencias a los gobernadores , alcaldes y defraudadores de los recursos destinados a ayudar a los afectados por la pandemia del COVID 19, por qué no lo hacen para encausar a los militares ? ¿ Por qué si esto hubiese sucedido en cualquier país del mundo que se precie de respetuoso de la ley y del orden constitucional hace rato hubiese caído el ministro de la defensa y sus altos mandos? ¿por qué acá no ? ¿Por qué se siguen ascendiendo al generalato y a cuadros de dirección a oficiales comprometidos en los falsos positivos y en el espionaje indebido ? ¿Será que detrás hay manos sinuosas que no dejan operar a la justicia y temen verse comprometidos?.
Mientras estas dudas se despejan pasarán lustros , pero el Presidente de la República como jefe de gobierno y comandante supremo de las fuerzas armadas puede intervenir decididamente para renovar la cúpula militar y entronizar al frente de la cartera de defensa de nuevo un militar con méritos, prestigio y liderazgo o un civil no político con excelentes conocimientos y preparación en seguridad y defensa nacional que devuelva la confianza y el prestigio a sus fuerzas armadas cuyos buenos soldados han ofrendado sus vidas por la patria. De destacar; la oratoria, la elocuencia y el discurso político no tiene recinto en las fuerzas armadas,otros son sus escenarios, allí tiene preeminencia la disciplina , el sacrificio y los exitosos resultados.