¿Por qué la devaluación del peso no ha impulsado las exportaciones del país y, por el contrario, si ha disparado los cultivos y la producción de hoja de coca? ¿Qué se puede aprender del éxito exportador de este producto ilegal que pueda ser replicado en las estrategias oficiales de promoción?
Al pasar el dólar de $1.800 a $3.000 aumentaron los ingresos de los productores que venden en el exterior. Según la ONU, el precio del kilo de hoja de coca pasó de $2.150 a $3.000 y, consecuencia lógica, en dos años se duplicó el área sembrada. Las exportaciones no tradicionales no solo no han respondido a la misma devaluación sino que han disminuido.
En efecto, las ventas al exterior de productos diferentes a café, combustibles y oro ascendieron el año pasado a USD 12.054 millones, es decir un valor similar al que se exportaba en el 2010 y una caída del 20% frente al máximo alcanzado en el 2013. Entre Enero y Mayo de este año alcanzaron los USD 4.892 millones, monto inferior en 0.5% al mismo período del año pasado.
Son varias las características de la coca como producto de exportación que deberían tener otros productos si queremos tener una oferta exportable que permita que la oleada de TLCs no sea una apertura hacia adentro que solo aumenta las importaciones y dispara el déficit de nuestra balanza comercial.
En primer lugar, existe abundante demanda externa por el producto de manera que cualquier aumento en la producción encuentra compradores. Una de las causas de la caída de las exportaciones de manufacturas es el freno de la economía mundial y las dificultades de Venezuela y Ecuador que eran nuestros principales compradores. Además en el caso de la coca no existe competencia de producción en otros países que también han devaluado sus monedas, que ha impedido aumentar nuestra competitividad en otros productos frente a Brasil o México.
En segundo lugar no existen barreras proteccionistas que impidan la importación de coca en Estados Unidos y Europa. Por supuesto es una importación ilegal, pero como esos países prefieren combatir el narcotráfico fuera de sus fronteras, los exportadores de coca encuentran la manera de evadir los controles e introducir su producto.
Tercero, existe la capacidad de aumentar en solo unos meses la oferta exportable de coca, con paquetes tecnológicos adaptados a las condiciones del país mientras que en productos como piña o cacao no existen esos paquetes y se necesitan años para alcanzar volúmenes significativos de exportación. A esto se suma que los narcos hacen una gran inversión en investigación y desarrollo de variedades más productivas y resistentes a las plagas y al glifosato, lo que no se hace en el caso de otros productos agrícolas.
Finalmente el cultivador de coca tiene eficientes canales de transporte y comercialización que le garantizan la salida de su producto, aún en las zonas más remotas del país, a diferencia de la mayoría de los pequeños agricultores.
Aprender de las razones del éxito exportador de la coca es necesario para la creación de una abundante oferta exportable, y al mismo tiempo tener éxito en la sustitución de cultivos ilícitos.
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ADENDA: No se sabe que es peor, si las viles calumnias del expresidente mentiroso a Daniel Samper O., o los patéticos intentos de justificación del delito hechos por algunos seguidores del caudillo, incluido el sicario de Pablo Escobar, que son una amenaza contra la integridad del periodista. Lo que no se entiende es que la gente decente del CD cohoneste esas bajezas.