¿Cuál es la razón para que el presidente Iván Duque tenga que salir a los apagar los incendios provocados por sus ministros? La respuesta es simple, aunque muy preocupante: no hay un discurso oficial sobre los asuntos más críticos del Estado. Y esta situación incentiva a que cada alto funcionario asuma como quiera la solución de los temas que son de su incumbencia, apresurándose cada quien a dar declaraciones públicas sin contar con el beneplácito del Presidente.
Muchas de las declaraciones de los ministros y otros funcionarios han tenido que ser corregidas por el Presidente. Qué desgaste!!! Y lo peor, que en cada una de estas actuaciones queda la sensación de que no hay un gobierno unificado y que la improvisación es la reina de la fiesta.
El ministro de Hacienda hizo anuncios sobre la reforma tributaria y amenazó con la aplicación universal de impuestos a la canasta familiar. Las reacciones políticas y sociales fueron bastante negativas para la imagen del gobierno. Ante semejante panorama, el Presidente tuvo que descalificar esos anuncios, con el fin de bajarle temperatura al debate.
El ministro de Defensa se pronunció contra la protesta social e hizo acusaciones sin sustento sobre una financiación ilegal de las movilizaciones ciudadanas. Esto generó duras críticas al gobierno, especialmente en momentos en los cuales los niveles de violencia contra los líderes de derechos humanos han llegado a límites desconocidos en los últimos quince años. El Presidente salió a corregir a su Ministro y a anunciar que el gobierno respeta el derecho social a la protesta y a la movilización.
La ministra de Minas reveló que avanza la planeación de proyectos sobre la explotación petrolera a través de la técnica del fracking, provocando un descontento entre organizaciones ambientalistas y líderes de opinión, que tienen la convicción que esta modalidad de fractura de rocas con agua a presión combinada con químicos, representa una tragedia ambiental de grandes proporciones, que ya ha sido prohibida en varios países desarrollados. El Presidente intervino para apaciguar los ánimos, anunciando que no hay decisiones sobre el tema, y sus críticos le recordaron que durante la campaña electoral él se mostró contrario al fracking.
La ministra de Justicia contó sobre los propósitos de la reforma a la justicia, la modificación de la tutela y la persecución a los consumidores de alucinógenos. Sus explicaciones crearon una confusión tal, que tanto los magistrados como la ciudadanía pidieron claridades, pero la ministra, según sus propias palabras “se trabó” y no fue capaz de dar respuestas adecuadas. El Presidente debió aclarar muchas dudas para salvar la situación.
La ministra de Gobierno radicó proyectos de ley sobre el tema de corrupción, pero se advirtieron errores y “micos”, que obligaron a retirar una iniciativa, demostrando improvisación, haciendo que el Presidente tuviese que ajustar su discurso y apresurarse a respaldar plenamente la Consulta Anticorrupción, en contravía de su mentor el senador Uribe y la posición de su partido el Centro Democrático.
El embajador en Estados Unidos dijo en rueda de prensa que el gobierno colombiano no descarta la intervención militar contra Venezuela, originando críticas entre la mayoría de los países del sistema interamericano. El Presidente corrió a aclarar públicamente que su gobierno es antibelicista y no intervencionista, y que busca un acuerdo multilateral para encontrar la mejor salida posible a los problemas que viven los ciudadanos y la democracia venezolana.
El presidente Iván Duque debería tomarse el tiempo necesario para hablar con sus ministros y funcionarios del más alto nivel y darles indicaciones sobre cuáles son sus posiciones respecto a los temas más cruciales del país. Esto ayudaría a mejorar la comunicación con los ciudadanos y evitar estas confusiones, que le están costando aceptación entre la opinión pública.
UN AÑADIDO: ¿Alguien sabe cómo se está construyendo el Plan Nacional de Desarrollo para los próximos cuatro años? ¿Cuáles son los temas? ¿Cuáles son los espacios de participación social? ¿Las regiones tendrán opciones de opinar?