Los medios de comunicación están llamados a democratizarse en la conquista del público internauta, dado que la nueva era digital le permite a la sociedad acceder a portales noticiosos, informativos, analíticos y de opinión. Pero, con un sello alternativo, rotatorio y cíclico propio de la autonomía personal.
Esto se traduce en que, a través de la web, podemos encontrar la digitalización de infinidad de medios autónomos que surgen por consecuencia del emprendimiento, la vocación o, algunas veces, la censura impuesta en algunos medios tradicionales, pues hemos observado constantemente a diversos periodistas- columnistas que por animadversión con algunas líneas editoriales deciden renunciar a sus columnas de opinión en los medios de gran trayectoria, para darle apertura a portales web que ellos mismos han dimensionado.
La idea de estos periodistas generalmente radica en impulsar nuevas formas de hacer periodismo, en la que puedan ejercer su labor sin temor a ser vetados por desgracia de sus posturas políticas, sociales o religiosas. Y esto ocurre porque hay quienes no soportan el hecho de someterse a la dictadura informativa y editorial de los medios más poderosos; lo cual resulta apropiado dentro de un Estado social y democrático como el colombiano ya que es, de lejos, importantísimo identificar diversidad en las posturas analíticas y de opinión puesto que así se contribuye con la formación de un público responsable y crítico a la hora de formar una visión integral y pluralista de los asuntos públicos.
Además, el periodismo puramente alternativo representa una nueva faceta dentro de la democracia dado que allí encontramos a nuevos opinadores e influenciadores que se posicionan dentro del público informativo por sus calidades y cualidades analíticas y escriturales; lo que nos demuestra, directamente, que los grandes analistas no están únicamente en los medios referentes a nivel nacional, ya que también se encuentran en las nuevas plataformas independientes. Y es esto exactamente lo que llamamos: la democratización de los medios. Ahora ya no es el columnista o reportero X o Y perteneciente a algún medio de circulación nacional el que cautiva a toda la opinión pública, dado que ya están surgiendo nuevos líderes de opinión alternativos que, compiten sana y legítimamente para cautivar de manera positiva a los lectores con contenidos digitales serios, pluralistas y propiamente diferentes.
En términos simples, no es mucho lo que un columnista digital o un disidente del periodismo tradicional, tenga que envidiarle a los opinadores que integran ese ‘selecto’ grupo de referentes nacionales, toda vez que en el marco de las nuevas tecnologías de la información cualquiera puede opinar adquiriendo un blog o un dominio vía web, para darle inicio a una opinión sin censura que no está sometida a criterios editoriales y que puede llegar a ser mucho más atractiva y refrescante para cualquier lector.
De esta manera, comprendemos que ya no es excluyente ejercer el periodismo, porque ahora es democrático y ello se encuentra íntimamente ligado al auge de la tecnología digital y a la masificación de las redes sociales. No obstante, es de suma trascendencia que la labor sea ejercida con seriedad, responsabilidad y profesionalismo puesto que en esta nueva era tecnológica también es muy factible encontrarse con las denominadas ‘fake news’ que únicamente le restan legitimidad a la función.
Es posible hacer un nuevo periodismo, pero apegado 100% a la ética profesional y a la responsabilidad social de informar, no de desinformar. ¡Mientras se haga lo propio, bienvenida la democratización informativa!