El diesel tiene mala fama y es muy merecida porque los motores de los vehículos que lo usan son de los principales responsables de la contaminación y mala calidad del aire que ha generado emergencias ambientales en ciudades como Medellín y Bogotá, donde respirar se ha vuelto peligroso para la salud.
Sin embargo, hay que recordar que el origen del deterioro del aire causado por la gran cantidad de partículas contaminantes que emiten los motores diesel tiene dos elementos: de una parte el combustible mismo y, de otra, los vehículos que lo usan.
En cuanto al diesel, sus antecedentes como material contaminante son pésimos y justifican la prevención que existe en su contra. Pero la evolución tecnológica ha permitido unos cambios impresionantes, que no son muy conocidos, y que deberían disipar las viejas prevenciones.
El elemento más contaminante del diesel es su contenido de azufre que se expulsa al aire con la combustión. Este se mide en partículas por millón (PPM) y las normas más exigentes en Europa exigen que el diesel no tenga más de 15 PPM. En Colombia la regulación actual permite 50 PPM, pero hace 30 años el diesel que se usaba era un verdadero veneno pues contenía 5.000 PPM. Desde esa época Ecopetrol ha hecho un enorme y costoso esfuerzo por mejorar la calidad.
Así, en el año 2001 empezó a suministrar diesel extra con 1.200 PPM pero solo para los sistemas de transporte masivo. Solo en el 2010 se dio una mejora sustancial y se redujo el contenido de azufre a 500 PPM y en el 2013 a 50 PPM para todo el diesel consumido en el país. Esta mejoría fue posible gracias a una inversión de USD 1.100 millones en la construcción de una planta de hidrotratamiento en la refinería de Barrancabermeja.
Con la entrada en operación de la moderna refinería de Cartagena (Reficar) mejoró aún más la calidad del producto, de manera que el año pasado Ecopetrol contribuyó a solucionar la emergencia ambiental de Medellín suministrando a esa ciudad diesel de solo 14 PPM. Este año, ante la crisis de Bogotá se empezó a distribuirle combustible de 15 PPM y el compromiso es que la nueva flota de Transmilenio podrá contar con diesel de solo 10 PPM. En el resto del país se espera cumplir con la norma Euro VI (15 PPM) en el año 2021.
A pesar de la mejora en la calidad del diesel, la contaminación del aire sigue siendo muy alta por el otro elemento de la ecuación: los motores que lo usan. El problema es que la obsolescencia de la flota vehicular no permite aprovechar el mejor combustible pues se trata de motores viejos e ineficientes cuya tecnología no permite disminuir las emisiones contaminantes. Según el DNP en el 2016 solo el 11% de los vehículos que transitaban en el país contaba con tecnologías Euro IV o superiores.
El problema ahora no es la calidad del diesel sino los vehículos que lo usan, sobre todo los de carga y servicio público cuya edad promedio es superior a 20 años, y las motos que, aunque más nuevas, tienen motores que contaminan más que los carros particulares. Para un mejor aire hay que usar los impuestos para incentivar o forzar la modernización de la flota vehicular y, además, aumentar el uso de biocombustibles.