Claudia López ganó, se celebró, alrededor de Latinoamérica se habló del tema por ser la primera mujer, lesbiana y de un partido que no ha gobernado el país, en llegar al segundo cargo de elección popular más importante de la nación, ahora viene lo complicado.
Lo que se viene para Claudia
La nueva alcaldesa electa estará a la cabeza de un gigante, la Alcaldía Mayor de Bogotá, define políticas, estructura el presupuesto y pone en marcha proyectos cuyo monto, personal, y estructura necesaria, es más grande que la de varios países del mundo, por eso los retos que enfrentará los próximos cuatro años serán inmensos.
Los cuatro años que se avecinan para la ciudad prometen ser retadores, una combinación que podría resultar en una hoja de ruta nueva para la ciudad, más cercana a los ciudadanos, o en un desastre que acabaría rápidamente la inicial imagen de Claudia, representada en más de un millón de votos.
- Mayorías en el Concejo y polarización
Antes de hablar de retos en específico, hay que mencionar la necesidad que tendrá la nueva alcaldía de consolidar una mayoría en el Concejo de la ciudad, pues, aunque su partido Alianza Verde obtiene 12 escaños, está lejos de tener la mitad más uno de los 45 que conformarán esa corporación (aun contando los 4 del Polo Democrático), incluyendo al excandidato Carlos Fernando Galán, que llega a esa posición gracias a obtener la segunda votación a la alcaldía.
Este reto está directamente asociado al de la polarización que ha vivido Bogotá, entre la visión del exalcalde Gustavo Petro, y la administración de Enrique Peñalosa, que erróneamente a lo que muchos consideran una rencilla por el metro subterráneo, va mucho más allá, desde la forma como se manejan los subsidios, hasta las políticas que definen el crecimiento de la ciudad.
Un primer paso de Claudia reuniéndose con todos los excandidatos, es un buen síntoma, pero falta ver si logra reunir las voluntades necesarias para consolidar una mayoría, y, además, reunir las opiniones divididas en la ciudad, pues como siempre, corre el riesgo de escuchar a todos, pero no satisfacer completamente a nadie, un ejercicio bastante complejo.
- Seguridad
El tema de seguridad es sensible, pues las cifras de homicidios se han mantenido a la baja en los últimos años y en 2018 quedó en 13,3 por cada 100 mil habitantes (en el continente americano dicha tasa quedó en 17,2 por cada 100 mil habitantes para ese año), pero la de hurtos sigue siendo un dolor de cabeza, en el primer semestre de 2019 ocurrieron 318 hurtos diarios, 4 de cada 10 de manera violenta.
Todo lo anterior, sumado a la percepción de inseguridad en el transporte público, significa que la nueva alcaldía no sólo tendrá que mantener a la baja la tasa de homicidios, también debe encontrar medidas eficaces para disminuir el hurto. La propuesta de Claudia será enfocarse en fortalecer la judicialización de los capturados, y ser más eficaz en lograr que no salgan a la calle al día siguiente.
- Movilidad
La movilidad es uno de los temas que más incomodan a los capitalinos, no sólo por un Transmilenio (TM) colapsado y sumamente criticado, también por la construcción de un metro elevado que divide fuertemente la opinión de la clase política de la ciudad.
Claudia ganó con la propuesta en su plan de gobierno de construir el metro que deja contratado Peñalosa, y eso se enfrentará a las voces críticas de las bancadas de la Colombia Humana, de su líder natural Gustavo Petro, del concejal del Polo, Carlos Carrillo, pero también con todo lo que eso incluye, pues, por otro lado, no construir la troncal de TM por la Séptima, y ver si puede o no, detener la troncal de la Av. 68, serán dos batallas que la alejarán de las bancadas de Bogotá para la gente de Galán, y del puñado de partidos que apoyaron a Miguel Uribe Turbay (P. Liberal, P. Conservador, Cambio Radical y los cristianos, aunque existen voces disidentes en especial en los dos primeros) y por supuesto, de la misma concejal Verde y escudera de Peñalosa, Lucía Bastidas.
El plan de movilidad de Claudia, al intentar decisiones técnicas, pero contrarias a las ideas de las dos últimas administraciones, prometen ser polémicas, y al final, no gustar completamente a nadie. Mientras tanto, los ciudadanos de a pie, tendrán molestias con la construcción del metro elevado, de las troncales que haga Claudia (recordemos que no dijo que no construiría ninguna, de hecho, en su plan de gobierno espera construir la que corresponde a la Av. Ciudad de Cali, y extender la troncal de la Caracas hasta Usme Pueblo).
Y podría seguir, pero lo más importante será cambiar la percepción, tanto de un TM criticado, como un Sitp a medias, lo que requiere más medidas de articulación entre ellos, y sobre todo, medidas para sacar más velozmente a los Sitp provisionales.
- Ambiente
El tema ambiental pasa hoy por la problemática de la calidad del aire de la ciudad, que está afectada principalmente por las fuentes móviles con diésel, como los buses articulados, los del Sitp, y particulares, mucho de ellos en mal estado, y con revisiones no adecuadas para mitigar el daño que causan a la calidad del aire de la ciudad, pero también la industria y el comercio, que aportan un 44%.
Eso va a requerir incentivos fuertes de movilidad eléctrica, que en cuatro años no son un tema exclusivo del metro (que no será terminado en esa administración), tampoco bastará traer más buses BRT o del Sitp, eléctricos, cuya compra e implementación tardarán años, además, se requiere fortalecer el monitoreo sobre la calidad del aire (tema que hoy lidera Medellín), regular y controlar a la industria (un tema incómodo para empresarios), y obligar al uso de filtros al transporte de carga, entre otras medidas urgentes.
Este tema es fundamental, pues Claudia es electa como una reconocida defensora de temas ambientales, además de otras luchas, y las expectativas serán altas.
Me queda corto este espacio, pero existen miles de temas más a tratar, desde fortalecer la articulación para una mejor participación ciudadana que vuelva acercar a la Alcaldía a los bogotanos, hasta determinar el futuro del Relleno Sanitario Doña Juana, y crear una verdadera cultura del reciclaje.
Claudia ganó, pero lo que se espera de sus cuatro años hoy, son el reflejo del constante descontento ciudadano con las dos últimas administraciones (aunque Peñalosa más que Petro, las dos se retiraron con una alta impopularidad de estos alcaldes), y el hecho de tener tantos proyectos cruciales y planeación en juego, definirán el futuro de la alcaldesa, y si logrará o no, cambiar el rumbo y la percepción sobre cómo se administra ese inmenso gigante llamado Alcaldía Mayor de Bogotá.
Adenda: Los jóvenes universitarios que marchan por sus justas causas en Bogotá, deben encontrar formas para ser más persuasivos y empáticos en el apoyo de los ciudadanos, el vandalismo al monumento Los Héroes en la autopista norte con calle 80, podría estar en manos de una minoría, pero es una completa contradicción, a sus causas, y a su constante discurso “revolucionario”. ¿Destruir bienes públicos, para defender lo público?, ¿Destruir el símbolo que honra las batallas que independizaron a los países que conformaban la Nueva Granada?, ¿Qué clase de causas, motivaciones o reclamos al gobierno pueden justificar destruir un símbolo de nuestra libertad? Ninguno. Ojo con eso.