Ante la catástrofe climática

Opinión Por

El mayor desafío que afronta la humanidad es la crisis climática. El mundo empieza a entenderlo gracias a las movilizaciones juveniles promovidas por Greta Thumberg, activista ambiental de 16 años quien ha sido escogida como el personaje del año 2019 por la Revista Time y, la enorme repercusión del fracaso de la COP 25 realizada en Madrid, donde no se pudo alcanzar un acuerdo sobre la regulación del mercado del carbono. 

Aunque se tenía noticia de que el calentamiento global avanzaba desde la década de los 60, y a pesar de las 25 COP de Naciones Unidas realizadas desde entonces, es bien poco lo que se ha concretado en la tarea de enfrentarla y tratar de contener sus efectos letales.

Se está acabando el tiempo. Según análisis científicos irrefutables, el año 2030 es la fecha límite para que la humanidad pueda, todavía, evitar una catástrofe planetaria. 

Por su enorme y creciente complejidad ya que el calentamiento es el producto de una matriz energética y de unos modelos de desarrollo económico que han conducido al caos climático, no ha sido posible reducir la emisión de gases de efecto invernadero ni garantizar que la temperatura global no se eleve más allá de 1,5 grados. Vamos camino de un incremento de 3° grados, muy por encima del máximo de 2° C. con respecto a los niveles pre- industriales, prosiguiendo los esfuerzos para limitar el aumento de 1,5° que se puso como límite el Acuerdo de París.

Ir más allá de 1,5 grados pondría en riesgo la habitabilidad del planeta.

En un dramático llamado, no solo a los tomadores de decisiones, sino a las empresas, los gobiernos y a todos y cada uno de los habitantes de la tierra, la comunidad científica alerta: sobre el imperativo de establecer precios lo suficientemente altos para desalentar el uso de combustibles fósiles, poner fin a los subsidios a las petroleras y reemplazar el crudo y el gas con energías renovables. Eliminar o limitar al máximo la producción de metano, hidrofluorocarbonados y el hollín. 

Detener la destrucción de los bosques y restaurar áreas boscosas, praderas y manglares. 

En materia de alimentos se impone un gran cambio en la dieta. Todos debemos consumir más productos vegetales y menos de origen animal y reducir el desperdicio de alimentos. 

En el plano económico los científicos instan a convertir de la manera más rápida posible la dependencia de la economía de los combustibles fósiles y cambiar el enfoque que persigue incesantemente el crecimiento y mide únicamente como indicador el Producto Interno Bruto. 

En materia poblacional no podemos seguir creciendo como lo estamos haciendo a un ritmo de 200.000 personas diarias. 

Y es que, hasta ahora, se pensaba que al mantener el calentamiento por debajo de 2 grados este siglo se podrían manejar los cambios que sufrirá el planeta. 

Pero según el nuevo informe, ir más allá de los 1,5 grados es poner en riesgo la habitabilidad misma de la Tierra. Y este límite crítico podría superarse en tan sólo 12 años.

Las consecuencias serán devastadoras: 

Un aumento de la temperatura de dos grados acabaría con todos los arrecifes de coral, incrementaría la reducción del hielo marino polar y el nivel del mar aumentaría 10 centímetros más exponiendo a inundaciones a millones de personas.

Habría impactos significativos sobre la temperatura y acidez del océano que se reflejarían en daños a la capacidad global de cultivar arroz, maíz y trigo.

El IPCC afirma que limitar el calentamiento a 1,5 frente a los 2 grados supondría reducir el número de personas expuestas a los riesgos climáticos y la pobreza en varios cientos de millones. 

 

También limitará la prevalencia de enfermedades como el dengue y la malaria.

«Ambos polos se están derritiendo a un ritmo acelerado; árboles antiguos que han estado allí durante cientos de años están muriendo repentinamente y acabamos de tener un verano en que gran parte del mundo estaba en llamas».

El Panel de Naciones Unidas afirma que todavía podemos conseguir que la temperatura del planeta no aumente 3 grados más.

Pero esto requiere cambios urgentes y de gran escala por parte de gobiernos, empresas e individuos. Además, tendríamos que invertir una gran cantidad de dinero cada año: alrededor del 2.5% del PIB mundial durante dos décadas.

 

El informe afirma que si se quiere cumplir la meta del 1,5 habría que disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 45% para el año 2030. Para 2050 deberían haber desaparecido.

 

Y el reporte también incluye medidas que se deberían tomar a nivel individual.

Estas incluyen: 

“Comprar menos carne, leche, queso y mantequilla y más alimentos de temporada producidos localmente (además de desperdiciar menos comida).

Conducir automóviles eléctricos y caminar o usar la bicicleta para desplazamientos cortos

Tomar trenes y buses en lugar de aviones

Recurrir a videoconferencias en lugar de viajar por razones de trabajo

Secar la ropa al sol en lugar de utilizar secadoras

Aislar mejor las casas para reducir la dependencia de calefacción y/o acondicionadores de aire

Exigir una baja huella de carbono en todos los productos de consumo 

Elegir gobernantes que le apuesten al transporte público”