El parlamento catalán convocó a los ciudadanos de Cataluña para que decidan su permanencia en la nación española. Esta convocatoria se citó para el 1º. de octubre próximo, en juego está la separación de una región autónoma de una nación libre y soberana.
¿Es constitucional tal convocatoria? El Tribunal Constitucional de España ha dictado medidas cautelares y prohibe su realización al estimarla contraria a las disposiciones españolas.
Este es un tema de mucha relevancia en el mundo contemporáneo. Lo es porque en una democracia moderna —y la española lo es— el derecho a la participación política de los ciudadanos es un derecho humano. Esto es totalmente incuestionable. No obstante, no se puede soslayar el hecho jurídico y político de que la democracia son reglas de juego.
Al ser la democracia un conjunto de reglas de juego, su ejercicio tiene que realizarse en el marco de esas reglas: La primera, que la democracia implica que las decisiones se tomen por mayoría prestablecida en el ordenamiento constitucional. La segunda, que la democracia desautoriza que una mayoría prive de sus derechos a una minoría. La tercera, que una minoría prive de derechos a una mayoría.
Existen otras reglas de juego, sin embargo, las citadas son indispensables en una democracia y no son obedecidas en la convocatoria del referendo secesionista. No la obedecen porque la integridad de una nación no puede ser afectada por una minoría de españoles y los catalanes son minoría, así toda la comunidad catalana lo decida, no dejará de ser una minoría de España.
Mediante un referendo secesionista, una minoría de catalanes no puede ser privado de su derecho a continuar siendo ciudadanos españoles. Este referendo lo persigue.
Asimismo, la Constitución Política tiene como fundamento la idea irrenunciable de la unidad del Estado y de la integridad de la nación. El derecho a la autodeterminación de una región de un país no existe en ordenamiento democrático alguno. La integridad del territorio y del Estado Español no puede ser sometido a un referendo, de igual manera que en Colombia.
Nuestro amigo Pepe Tudela lo explica en su texto El fracasado éxito del Estado autonómico. Una historia española: “Se ha escrito que, necesariamente, una Constitución se asienta sobre el principio de unidad del Estado y que este principio no puede estar sometido a la tensión permanente de un posible ejercicio del derecho de secesión. Creo que ello sigue siendo así. Con más claridad, la Constitución no puede dar amparo a un derecho de secesión o autodeterminación”.
Lo reitera en El derecho a decidir y el principio democrático al recordar que cuándo en 2013 secesionistas de Texas pretendieron declararse independientes, en su contra, se invocó la decisión del Tribunal Supremo de 1869, en la que se dijo: <<Los Padres Fundadores establecieron el modo de cómo cambiar las leyes, pero no el de salir de la Unión>>.
Asimismo, Tudela nos dice el 26 de marzo de 2013 en el diario El País (España): “Se ha dicho que no es posible entender España sin Cataluña. Como no es posible entender Cataluña sin España, pues no son dos realidades separadas”. Reflexionó sobre como la autonomía regional y el federalismo son un razonable y eficaz instrumento para democratizar y fortalecer la democracia, la unidad del Estado y la integridad territorial de la nación. Esa es nuestra visión política.