Durante la crisis de epidemia del COVID-19, hemos recordado que podemos vivir sin ir al centro comercial todas las semanas, podemos vivir sin movilizarnos en carro por la ciudad, pero, no podemos sobrevivir sin alimentarnos, esta realidad ha suscitado en Colombia novedosas reflexiones y formas de abastecimiento de alimentos basadas en la cooperación y la solidaridad. Este panorama, se ha convertido en la oportunidad de poner en marcha nuevas formas de habitar las ciudades, más sustentables, arraigadas y que promueven la construcción de relaciones de proximidad entre los alimentos que consumimos y su origen, de manera que resulta provechoso retomar el modelo de agricultura apoya por la comunidad (CSA por sus siglas en inglés) como una forma de reforzar los vínculos entre productores y consumidores en las ciudades.
En Colombia, la Red Nacional de Agricultura Familiar (RENAF) ha liderado fructíferos esfuerzos por visibilizar la agricultura campesina, familiar y comunitaria como una alternativa viable para alimentar a los hogares colombianos urbanos, rurales y periurbanos. La RENAF, ha contribuido a la creación de novedosas redes de abastecimiento basadas en la autogestión, la colaboración entre territorios, la producción sustentable y el aprovechamiento de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Desde el inicio del confinamiento diversos sectores sociales, indistintamente de su afinidad política, han reconocido la importancia de desarrollar modelos inclusivos de abastecimiento de alimentos. También, han aflorado novedosas formas de solidaridad como la campaña nacional Colombia apoya a Colombia, este momento también, ha sido una oportunidad propicia para promover la consolidación de sistemas de abastecimiento locales basados en la solidaridad, de los cuáles puede resultar útil revisar las experiencias de modelos de agricultura apoyada por la comunidad.
¿Qué es la agricultura apoyada por la comunidad?
La agricultura apoyada por la comunidad es un modo alternativo de obtener alimentos frescos como frutas y verduras, se basa en un modelo local de agricultura y distribución de alimentos y venta minorista, pero, no se reduce a un intercambio económico entre agricultores y consumidores, la agricultura apoyada por la comunidad busca reducir distancias sociales, geográficas y económicas entre productores y consumidores. De esta forma, se promueve la compra y el consumo local, se obtiene una menor huella ambiental y los comensales pueden acceder a alimentos más frescos.
Los modelos de agricultura apoyada por la comunidad se pueden poner en práctica en contextos urbanos, periurbanos y rurales, además, es una oportunidad para reducir el riesgo de desiertos alimentarios. Existen experiencias emblemáticas de la lucha contra los desiertos alimentarios en Bogotá, como Aschircales y Asograng, que motivan la agricultura urbana, con cultivos accesibles como cilantro, cebolla, lulo y uchuva, la oportunidad de comer de temporada, tener más cercanía con el origen y ahorrar dinero.
Experiencias de agricultura apoyada por la comunidad en el mundo
AMAP (Francia)
Las Asociaciones para el Mantenimiento de una Agricultura Campesina (AMAP, por sus siglas en francés), nacieron hace 19 años para acercar a consumidores y agricultores a través de un trato directo, cara a cara. Conforman una forma de comercio justo y agroecológico que buscar garantizar la calidad del alimento, evitar desperdicios y reducir la huella de carbono, al tratarse de desplazamiento menores que los que pueden generarse en modelos de la agroindustria.
Huellas Verdes (Chile)
Pese a los retos que existen en Chile en materia de apoyo a la agricultura familiar y campesina, como lo sugiere, Valentina Blanca (Coordinadora de la Cooperativa Semilla Austral), existen significativas experiencias organizativas lideradas por la sociedad civil, como La Canasta, Juntos Compremos y la cooperativa Huellas Verdes.
Huellas Verdes, está ubicada en la capital del país austral, cuenta con una parcela en las afueras de Santiago, funciona como una modelo agroecológico y asociativo en todos los eslabones de la cadena. Esta cooperativa agroecológica suministra semanalmente hortalizas a más de 50 familias Santiaguinas asociadas. Cada canasta, cuyo contenido cambia cada semana incluye de 7 a 12 productos para alimentar de 2 a 3 personas que cocinan en casa todos los días con alimentos de temporada y frutos de la zona.
Experiencias de Colombia similares a modelos de agricultura apoyada por la comunidad
La agricultura campesina suele ser una actividad comunitaria, que invita al compartir entre familias y miembros de una misma comunidad, en ese sentido, podríamos decir que existen experiencias como veredas existen en Colombia.
Desde la perspectiva de modelo local de agricultura y distribución de alimentos y venta minorista, existen varias experiencias significativas similares a los modelos de agricultura apoyada por la comunidad como el Mercado Colaborativo de Medellín, el mercado agroecológico Tierra Viva, el mercado campesino la manigua de Florencia Caquetá, que funcionan como esquemas de circuitos cortos de comercialización.
El Mercado Agroecológico de Tierra Viva, promueve la agroecología y el consumo responsable, funciona quincenalmente en Bogotá, en la Casa Kilele, en un proceso gestionado por la organización Semilla Andina, que cada viernes realiza domicilios de alimentos orgánicos en Bogotá.
Para Daniel Rodríguez fundador Amazóniko, plataforma de reciclaje colaborativo en Bogotá, la contingencia nos ha abierto la mente para ver el impacto que tenemos en el medio ambiente, nos hace repensar como nos relacionamos con lo que consumimos, con lo que desechamos y cómo lo desechamos, “las ciudades sustentables encuentran el equilibrio en el uso de los recursos más importante, como el agua, la energía y los residuos, además, imprime en sus ciudadanos un sentido de cooperación y pertinencia que son vitales”, asegura el joven emprendedor.
Las ciudades de Colombia están experimentando transformaciones en los hábitos de consumo, con un creciente interés por conocer el origen de sus alimentos, más personas están interesadas en cultivar alimentos en sus casas, se ha incrementado la oferta y demanda de espacios que promueven la agricultura urbana, a 3Colibrís con frecuencia nuestros seguidores nos solicitan información sobre como elaborar composteras, como desarrollar huertas caseras en espacios reducidos, cómo conseguir semillas, a la vez que se ha incrementado la oferta de conversatorios y cursos sobre estos temas.
La idea de convertirnos en prosumidores, reducir distancias entre el origen de nuestros alimentos se hace más común, estás nuevas formas de consumo de alimentos están conectadas con nuevas formas de habitar las ciudades, nuevas territorialidades, nuevas formas de experimentar la vida en ciudad respetuosas con la naturaleza, reverdeciendo los espacios públicos y reivindicado la cooperación como mecanismo de supervivencia.