Desde que comenzó el gobierno Duque se ha venido hablando de la importancia de mejorar las relaciones con Venezuela y en particular las consulares sin que esto hubiera tenido eco en el gobierno, desconociendo la relevancia del tema no solo para Colombia sino para la región.
En el mundo multipolar en el que vivimos, algunos actores como China, Irán y Rusia han cobrado fuerza en América Latina, tales como Venezuela, Cuba y Nicaragua que necesitan su apoyo debido a su condición de Estado dictatoriales y lo que esto significa para la región.
Debemos recordar que nuestras zonas fronterizas tanto terrestres como marítimas son amplias y por ende tenemos que aprender a manejar y mejorar nuestras relaciones con Nicaragua y Venezuela por temas no solo de seguridad nacional sino de otras índoles.
Cuba es un actor importante y ha jugado un papel vital para las negociaciones que se llevaron a cabo con las FARC y también en el pasado con otros grupos guerrilleros.
El conflicto sobre Ucrania que se ha generado entre Estados Unidos y la Unión Europea como actores importantes de la OTAN por una parte, y Rusia por la otra, refleja que aún las cenizas de la guerra fría cobran fuerza y fuego.
Recordemos que Rusia exige a la OTAN que no acepte el ingreso de Ucrania a esa organización, lo que le representaría a la OTAN violar su política de “puertas abiertas”, (Artículo 10 del mencionado tratado).
Por lo anterior cobra cada vez más fuerza el sueño de Putin de la gran Rusia y en tal sentido, él no escatimara esfuerzos para ello, así le toque apelar a la fuerza o a la invasión militar como ya lo hizo con Crimea en el 2014.
En este orden de ideas lo que estamos viendo es una medida de fuerzas, ya que la OTAN y sus aliados no pueden mostrar debilidad y las únicas salidas serían la guerra o la negociación.
Bajo la presidencia de John F Kennedy sucedió la crisis de los misiles, y lo que al parecer podría estar sucediendo ahora es una medición de fuerzas en las zonas de influencia que viene del antiguo orden internacional. Esto tiene repercusiones en la política exterior de la América Latina y el Caribe como en la colombiana, que no podemos descuidar y por el contrario sería conveniente empezar a suavizar las relaciones diplomáticas y a restablecer las consulares con Venezuela.
Un evento geopolítico que surge en el este de Europa y en Asia Central que involucra potencias y la supremacía militar de los Estados Unidos, se siente en la región y en particular en nuestro país; por lo cual debemos tener cuidado y actuar con inteligencia para que la copa no se rebose, en aras de nuestra seguridad nacional y de las buenas relaciones con nuestros vecinos. Esto, a pesar de que algunos académicos consideran que los actores en conflicto lo único que están haciendo es mostrarse los dientes con miras a afianzar sus zonas de influencia.
En el mundo conflictivo de hoy, la mejor salida es la negociación la cual ya es una ganancia diplomática, que permitirían encontrar salidas al problema.
Algunas de las grandes guerras en el mundo se han producido por los egos exacerbados de algunos líderes cuyo único interés es satisfacerlos, así que no podemos descuidarnos. Sería conveniente que se comenzara a elaborar nuestra filigrana diplomática y actuáramos con inteligencia sin dejar de lado los valores democráticos.