Cuando el río suena.…

Opinión Por

Ante la reciente noticia del pasado 22 de mayo por el diario El Tiempo lanzada por el candidato Gustavo Petro en un acto de plaza pública en Barranquilla en la que dijo  que convocaba a las campañas de Sergio Fajardo, de Rodolfo Hernández y a la suya propia para “ponerse en alerta” y los convocó a reunirse el lunes porque el martes tienen pensado darles un golpe a las elecciones del próximo domingo 29 de marzo. Tiene pensado suspender las elecciones y suspender los órganos que dirigen el régimen electoral en Colombia.

Ante este hecho Rodrigo Lara Restrepo en uno de sus Twitter del mismo 22 de mayo dijo: Dos principales riesgos electorales: Suspensión del registrador en estos días. Con la narrativa sobre Indra, sería pretexto de aplazamiento electoral. Ciberataques a servidores para que no se canten resultados. Pretexto para registrador Ad-Hoc y aplazar o meterle mano al escrutinio.

Si bien es cierto que podría ser especulaciones o estrategia política del candidato Petro como lo han dicho algunos políticos, también es cierto que en el país de Macondo todo es posible, pues aunque algunos quieran que Colombia no se parezca a unos países africanos o a Haití, lo innegable es que sí tenemos muchas semejanzas, y ante los hechos que han venido ocurriendo en los últimos años y en particular en esta época preelectoral como son el incremento de la violencia, la vinculación de algunos políticos a grupos armados ilegales como el Clan del Golfo por ejemplo, la creciente pérdida de control territorial por parte del Estado, el sometimiento de poblaciones enteras por parte de grupos al margen de la ley, el aumento de la grieta en la cohesión social entre otros temas más, no sería nada raro que por querer perpetrarse en el poder algunos quieran jugar al Superman o a la legión de la justicia con cara de Maquiavelo para dar un golpe de Estado dizque para defender la democracia, pero  la realidad será para enterrarla.

Parece que nuestro país no tiene dolientes, ya que la falta de gobernabilidad es absoluta y los hechos aterradores que se escuchan a diario en las noticias son escalofriantes, tanto como el adormecimiento de la sociedad civil que no se inmuta ante nada.

Independientemente de cual sea el escenario posible, bueno o malo, los colombianos debemos estar todos unidos para proteger la institucionalidad democrática y salir a votar en calma, a conciencia por el mejor candidato sin resentimientos.

Salir a las calles a protestar es darle pie al establecimiento para que decrete el Estado de sitio y es colocarle en bandeja de plata las herramientas para que tengamos una dictadura de derecha.

Recordemos que los populismos de derecha como de izquierda no son buenos en ningún país, y así lo ha demostrado la historia tanto en Colombia como en otras naciones del mundo.

Es ahora cuando más necesitamos de la cordura, de la sabiduría, de la calma y de la unión de todo un pueblo sin distingo social, o ideológico, o cultural, o religioso o político. Depongamos los odios y las posibles especulaciones para que en este momento histórico de nuestra democracia, fortalezcamos el Estado de Derecho, construyamos la paz, la inclusión y pensemos todos en la manera de obtener el desarrollo y la reconciliación que como país necesitamos a gritos. Demostremos que como ciudadanos podemos cumplir con nuestras obligaciones constitucionales y hacerle un aporte al país a través del civismo, del respeto a la ley y a los otros, y sobre todo sin vender el voto al mejor postor, denunciando los fraudes, permitiendo que estas elecciones que se avecinan se lleven a cabo en paz y sobre todo aceptando el resultado de las mismas cualquiera que fuere. De nosotros mismos depende nuestro futuro y el de nuestra patria.

Ex-diplomática. Abogada, con una Maestría en Análisis Económicos y en Problemas Políticos de las Relaciones Internacionales Contemporáneas, y una Maestría en Derecho Comunitario de la Unión Europea. Autora del Libro, Justicia transicional: del laberinto a la esperanza.