¿Decidir el voto en función del metro de Bogotá?

Opinión Por

En una elección los ciudadanos tienen un limitado rango de acción para la toma de decisión de su voto, como lo decía el gran politólogo Giovanni Sartori en su texto Homo Videns: “El elector tiene en su escopeta, cuando entra en la cabina electoral, un solo cartucho; y si tiene, pongamos por caso, cinco opiniones firmes, deberá sacrificar cuatro.”

Entonces ¿Cómo un elector prioriza la opinión que lo lleva al voto?

Toda una pregunta para un gran trabajo de investigación en el caso de Bogotá, pero algunas luces recibimos de Taylor, cuando decía que somos “avaros cognitivos”, en otras palabras, por más que intentamos procesar información para decidir nuestro voto, nuestra capacidad psicológica es limitada.

La clave está en los atajos cognitivos. Beaudoux, D´Adamo, y Slavinsky, explican lo que ocurre con el votante: “Contamos con una racionalidad limitada, lo que dicho de modo simple significa que no podemos operar como calculadores puramente racionales.”

Para compensar lo anterior usamos atajos de juicio, o atajos cognitivos: “que reducen los costos de adquirir, procesar y evaluar todos los mensajes necesarios para votar “informadamente”, al tiempo que permiten al votante tomar una decisión aun sin aprender todo acerca de los candidatos.”

Los investigadores sugieren que es por este motivo, que para una campaña es más fácil lograr que el votante de decida por ella, a través de un ejemplo vívido, o uno que esté atado a sus valores primarios, en otras palabras, un tema o la forma de exponerlo, es más útil para una campaña que una larga lista de propuestas técnicas y estadísticas. De la misma manera, mostrar muchas propuestas profundamente elaboradas, es muchas veces otra forma de crear un atajo cognitivo para que la persona (así no las lea en su totalidad), piense que simplemente está eligiendo la opción más preparada.

No me malinterpreten, existen muchos ciudadanos (no la mayoría evidentemente), que nos tomamos el tiempo de leer los programas expuestos por un candidato, sea por interés profesional, o por interés informativo, pero eso no significa que al final en la urna no votemos por un atajo cognitivo, como tampoco significa que todos los ciudadanos tienen el tiempo y conocimiento para informarse en esa decisión.

Comprender como funciona la mente del votante, debe servir también a los candidatos para contrarrestar la manipulación, y para aprender a comunicar de forma más efectiva, y esa sería una de las críticas más interesantes a las campañas en Bogotá.

El metro como atajo cognitivo

En conversaciones con ciudadanos, compañeros del trabajo, o amigos, noto la preocupación por un tema al que los candidatos han dado gran relevancia, el metro de la ciudad. Una obra que en la administración anterior se calculaba en 16,5 billones, hoy en 22,3 billones, y se espera que puedan terminar costando hasta 27 billones.

¿Elevado o subterráneo?, ¿Tiene o no tiene estudios de factibilidad?, ¿Será superior a Transmilenio o terminará como un alimentador del mismo?

Preguntas y más preguntas que giran alrededor de un mismo proyecto, y que han sido tema de debates desde Samuel Moreno con Enrique Peñalosa en 2011, Gustavo Petro y Enrique Peñalosa en 2015, y ahora entre la baraja de candidatos en 2019.

Y aunque no podemos omitir que se trata de una de las obras de infraestructura más esperadas y más importantes del país, desde su apreciación como atajo cognitivo, hasta su verdadero impacto en la vida de cerca de 8 millones de habitantes, hay mucha tela por cortar.

La primera línea del metro, aunque moverá hasta 72 mil pasajeros hora-sentido, ya en pleno funcionamiento no cambiará la movilidad del 90% de los ciudadanos de la ciudad, y Bogotá tiene muchos desafíos por enfrentar en los próximos años que no pasan por este medio de transporte.

Bogotá Como Vamos, ha hecho un esfuerzo por ampliar el espectro de la información que es central para la capital primero en el documento: Por un debate informado, y luego en la presentación a los candidatos del Informe de Calidad de vida en Bogotá.

Por supuesto, aunque muchos de estos temas claves para la sostenibilidad y desarrollo de Bogotá no son hoy temas que estén en la primera línea de preocupaciones de los capitalinos, sí constituyen temas que deberían ser más importantes para la ejecución y propuestas de fondo de los candidatos.

Si un candidato cierra la posibilidad de acuerdos políticos, y centra toda su atención en un tema como el metro, puede que el origen de esa preocupación no sea la calidad de vida en general de los electores, sino, una simple estrategia para decisión de voto, o (como ocurre en parte hoy) por una banalidad política, producto de la polarización de la ciudad.

Recomiendo a los lectores leer los informes mencionados, y buscar atajos cognitivos que no se cierren a la construcción de una obra, quizá con eso se contribuya a una elección que realmente esté preocupada por otros los temas que la ciudad necesita abordar con seriedad en el siguiente cuatrienio.

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1. Beaudoux, V., D´Adamo O., Slavinky G. (2005) Comunicación Política y campañas electorales. Barcelona, España. Gesida.

2. Sartori, G. (1998). Homo videns: La sociedad teledirigida Giovanni Sartori (2a. ed.). Madrid: Taurus.

Politólogo, con énfasis en comunicación política. Dirigió el programa Politizate, de Poliradio. Trabajador incansable por la participación ciudadana y el control social.