Se despeja el panorama para este 2018, un año donde la política girará alrededor de lo electoral, con dos grandes rounds, las elecciones al Congreso el 11 marzo y las presidenciales del 27 de mayo.
Mientras en las elecciones del Congreso muy seguramente se verá el poco ánimo electoral en busca de la renovación política, en las presidenciales el escenario es mucho más dinámico que hace 4 años.
En 2014 para estas fechas ya teníamos a un Presidente candidato fuerte, que seguramente iría a segunda vuelta con alguien de la derecha, y Óscar Iván Zuluaga seguía creciendo. Pero en esta ocasión las apuestas son más arriesgadas, no se sabe hasta donde llegará el favoritismo de Fajardo cuando su imagen choque contra las maquinarias más amplias y bien alimentadas de sus contendores. Tampoco se han terminado de definir las coaliciones, y más importante aún falta definir qué será lo que finalmente dividirá al electorado.
Paz y guerra fueron una dicotomía adecuada para usar en 2014, la baja popularidad de Santos le costó votos, pero su proyecto de paz sumó a sectores de izquierda e independientes, cosa que no podrá usar ningún candidato de forma efectiva este año (no al menos en esa dimensión).
Quizás la pregunta que más se hace por estos días sea ¿Cuál será el tema central de la campaña?, y en realidad la pregunta podría formularse como ¿Cuál será el tema que dividirá al electorado?.
Los candidatos no se atrincheran en temas y posiciones políticas e ideológicas, solo porque son parte de un acuerdo programático, de hecho podrían incluso hacerlo por encima de sus convicciones, lo hacen porque en la medida que se “radicalizan” en un tema, el electorado que se concentra allí se adhiere a ellos.
Un candidato como Iván Duque podría no ser tan conservador en ideas sobre la familia, como Marta Lucía Ramírez o Alejandro Ordóñez (si es que este se une finalmente), pero un acuerdo para ganar a su electorado, podría constar en renunciar a esas convicciones para adherir esos votos. Lo mismo pasa con Fajardo y la Coalición Colombia que tiene personas con ideas más de izquierda económica como Robledo, y así podría seguir con todas.
En todos los casos, ceder no es ser incoherente, es ampliar el espectro de un candidato a otros votantes, más aún cuando se tiene una cantidad tan elevada como en esta campaña.
Y al final, el tema crucial, no será el que más votos sume, sino el que más electorado segmente. ¿Con qué tema se dividirán los Colombianos en 2018?.
La Coalición de derecha, se la juega por atacar de nuevo los Acuerdos de paz (la vieja confiable), pero más que eso se la juega contra el desprestigio de Santos, dividir al electorado entre continuidad santista o cambio.
La Coalición Colombia usa un argumento similar de crítica al actual Gobierno, pero su división es más sistémica, acabar con “los mismos con las mismas”, dividir al electorado entre quienes quieren a los “mismos” que nos han Gobernado las últimas décadas, y quienes quieren a independientes en el poder.
Petro se la juega por una idea similar a la Coalición Colombia, pero con un tono más marcado de izquierda, menos amplio, y con una lista al Congreso más débil, es decir mientras más crezca Fajardo, y las listas Verdes y del Polo, más se debilitará Petro.
Vargas Lleras plantea un país entorno a él, a sus proyectos sociales en el Gobierno Santos, a su crítica a los Acuerdos de paz, una jugada por intentar tomar de la centro-derecha criticando al gobierno del que fue parte, con el apoyo de los caciques electorales que eligieron a ese mismo gobierno, un juego para dividir al electorado alrededor de su nombre.
Y Humberto De La Calle, en solitario, intenta hablar de un país más equitativo, de mayores oportunidades y decente, pero él en carne propia representa el éxito o fracaso del Acuerdo de paz, y esa marca no lo abandonará hasta la primera vuelta, una limitante para atraer electorado por otros temas.
Son demasiados candidatos aún, pero entre los más fuertes puede estar la clave del tema que impulsará esa división, e incluso a veces por voto castigo al próximo presidente de Colombia. Mucha atención a esos temas.