“El día 30 de mayo de 2020, fue publicado este artículo de la doctora Berenice Bedoya, sobre la necesidad de la renta básica en Colombia. A la fecha continúa vigente dada la expansión de la Pandemia y del incremento de la crisis económica”
Este 29 de mayo, el gobierno de España aprobó la creación de la Renta Básica Universal (RBU) que es un ingreso mínimo vital que permite combatir la pobreza, agudizada por la crisis del coronavirus, constituyéndose en un referente importante para América Latina y en particular para Colombia, más aún cuando un organismo de Naciones Unidas como la Cepal viene alentando para que los países de la región adopten esta política pública que está ligada al principio de que todo ser humano debe vivir con dignidad.
La RBU es concordante con la Declaración Universal de los Derechos Humanos que en su artículo 25 prescribe: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud, el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica […]’’.
No se trata de un magro subsidio como el que el Estado colombiano reparte a través de programas como Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Colombia Mayor y ahora con motivo de la pandemia, Seguro Solidario. La renta mínima es compatible con otros ingresos, de manera que, si alguien tiene un empleo de baja remuneración, recibirá un complemento hasta alcanzar los umbrales previstos para subsistir de manera digna y sin afugias económicas.
La filosofía de esta medida se sustenta en que los individuos no pueden ser libres si su existencia material no está garantizada y por la tanto la RBU es un ingreso no condicionado, pagado por el Estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad o residente sin que dicho pago vaya en detrimento de las conquistas del Estado de Bienestar (educación, sanidad, etc.). En el caso concreto de España, la renta mínima vital garantizará 515 dólares al mes a un adulto que viva solo. En el caso de las familias, a este mínimo se sumarán 155 dólares mensuales por cada personas adicional, adulto o niño, con un máximo de 1.130 dólares por hogar. Para obtenerlo no se requiere demostrar un determinado estado de pobreza, estar buscando trabajo remunerado o haber perdido el empleo.
La idea de una RBU no es nueva, la propuso el economista belga Philippe van Parijs en un artículo publicado a principios de los 1980 junto a su colega holandés Robert van der Veen y ahora se viene a materializar en España gracias al gobierno de coalición del PSOE con Podemos.
Este antecedente es importante cuando en Colombia se comienza a discutir el tema. Aunque el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, ha manifestado que ve inconducente adoptar un ingreso vital, en el Congreso se ha presentado a iniciativa de 54 parlamentarios un proyecto de ley para adoptar la RBU, consistente en un salario mínimo mensual por lo menos durante el tiempo que dure la emergencia sanitaria. Si bien es una medida temporal, es relevante que ya el tema se abra horizonte en un país en el que la causa de la pobreza es estructural, cuyos niveles de inequidad social y concentración del ingreso aparecen, vergonzosamente, entre los mayores del mundo.