Colombia debe terminar con su dependencia de las exportaciones de petróleo y carbón. Es una verdad de a puño con la que todo el mundo está de acuerdo. Los analistas alertan sobre el peligro de esta dependencia; los organismos internacionales recomiendan la diversificación; los candidatos prometen políticas para eliminarla. Lo que nadie dice es con qué vamos a reemplazar los hidrocarburos, ni mucho menos cuanto tiempo nos va a tomar hacerlo.
“El petróleo no es el futuro”, afirmó el exministro José Antonio Ocampo en columna reciente. Tiene toda la razón porque son irrefutables sus argumentos sobre bajo nivel de reservas de petróleo que tiene el país, así como la tendencia de largo plazo de reducción de la demanda y los precios por las políticas contra el calentamiento global.
Pero también hay que decir que el petróleo si es el presente puesto que en el corto plazo no hay productos de exportación que lo reemplacen, lo cual implica que hay que acelerar al máximo la promoción de estos nuevos productos pues tomará muchos años para que generen el volumen de ingresos que hoy representa el petróleo.
Veamos las cifras. En el pico de la bonanza en 2013 los ingresos por exportaciones de hidrocarburos fueron unos USD 40.000 millones. Con la destorcida de los precios en el 2016 cayeron 60% a USD 15.000 millones y aún así representaron la mitad de las exportaciones. ¿Con qué productos se puede reemplazar una caída de ingresos de esa magnitud?
Las frutas son uno de los renglones más promisorios de exportación por las indudables ventajas geográficas y climatológicas del país y su desarrollo tiene que ser promovido intensamente. Pero las dimensiones económicas no dan para reemplazar al petróleo, como se puede ver en los casos de la piña y el aguacate.
Costa Rica tiene 45.000 hectáreas sembradas de piña y es el principal exportador de piña del mundo. Si por arte de magia, en un año Colombia pudiera tener sembrada la misma área y reemplazar a Costa Rica en el mercado mundial, recibiría… USD 850 millones anuales.
En aguacate México es el primer productor mundial y no se puede reemplazar por su cercanía a Estados Unidos; pero si sustituyéramos al segundo exportador mundial que es Perú, el año pasado habríamos tenido ingresos de…. USD 558 millones. Y Perú se demoró más de una década en alcanzar esa posición.
Chile es una potencia mundial en materia de exportación de frutas y tenemos mucho que aprenderle. Si por algún milagro lográramos desarrollar en un año la plataforma exportadora de frutas que Chile construyó a lo largo de 25 años con cuantiosas inversiones en ciencia y tecnología, tendríamos ingresos por USD 4.800 millones, es decir menos del 20% de lo que perdimos por la caída de los precios de hidrocarburos.
Sería totalmente equivocado concluir que hay que olvidarse de promover estas exportaciones porque son muy pequeñas en relación con el petróleo. Por el contrario, hay que intensificar su promoción y encontrar más y más productos para diversificar la canasta exportadora del país.
Pero hay que tener plena conciencia de que su desarrollo toma mucho tiempo, y que mientras tanto lo único que tenemos en el presente es el petróleo, y que tenemos que asegurar que nos dure, para lo cual hay que invertir más en exploración y poner freno a los atentados terrorista del ELN que están destruyendo la riqueza de todos los colombianos.