El predecible triunfo de Boris Johnson

Opinión Por

Las recientes elecciones en el Reino Unido marcan una nueva era, por lo que se llegaron a considerar las más importantes de los últimos tiempos.

Boris Johnson quien fue el triunfador en las elecciones del pasado 12 de diciembre, tuvo siempre un propósito claro, en el sentido de que haría honor al eslogan de su campaña “Get Brexit Done”, es decir, obtener la salida del Reino Unido de la Unión Europea –UE–.

Lo que se dejó en claro, es que la clase dominante británica cerró la crisis  en que se encontraba el Reino Unido debido a los sucesivos liderazgos políticos que pusieron a este país al borde del abismo.

Algunos analistas consideran que esta reafirmación del brexit, es una clara manifestación de la crisis de la globalización y del surgimiento de nacionalismos en los países centrales del continente europeo.

Se prevé entonces que para el 31 de enero de 2020, el Reino Unido estará fuera de la UE, y con una apariencia de un brexit amigable. Parecería que para la UE es finalmente un respiro después de tres años de fatigantes negociaciones con un socio ventajoso y conflictivo.

El problema se verá después, cuando se haya concretado el brexit y comience a verse el resultado del mismo junto a sus implicaciones.

Por el momento la bolsa británica reaccionó positivamente a la alza, la libra se fortaleció, pero el resultado de todo se verá después.

Lo importante de todo esto, es cómo se dará posteriormente la relación entre el Reino Unido y la Unión Europea.

Según noticia de prensa titulada “El Brexit y el triunfo de Boris Johnson” de fecha 14 de diciembre del año en curso, en Izquierda  diario, “en el esquema de plazos que rige el Brexit negociado, Johnson tendrá solo 11 meses desde que abandone la UE para negociar la relación comercial que mantendrá el Reino Unido con la Unión Europea, que es el destino de prácticamente la mitad de sus exportaciones. Es probable que haya por delante otro año de tires, aflojes y negociaciones porque la Unión Europea tratará de condicionar el acceso al mercado común al cumplimiento de regulaciones y tarifas lo más parecidas a las que rigen para los miembros de la UE para evitar que el Reino Unido se convierta en un competidor desleal. Tanto Emmanuel Macron como Angela Merkel se pronunciaron en ese sentido. Johnson tendrá que buscar un difícil equilibrio entre las condiciones que imponga la UE y la promesa de desregulaciones que le hizo al capital británico para compensar la pérdida del acceso automático al mercado común”

Por otra parte, no se puede descartar la posibilidad de que la concretización del brexit reactive las tendencias separatistas que amenazan con disolver el Reino Unido. Es probable como lo menciona el diario antes señalado, que el Scottish National Party, que se consolidó como una fuerza pro Unión Europea y dio un batacazo electoral, intente convocar a nuevo referéndum independentista con el argumento de que en Escocia se impuso el “remain” por un amplísimo margen. El segundo frente de tormenta es Irlanda del Norte, donde la precaria resolución para no restablecer las fronteras con la República de Irlanda no conforma ni a los unionistas pro británicos ni tampoco a los republicanos.

En el plano interno, todavía se siente el temblor electoral. Los conservadores ganaron en algunos distritos laboristas, así como en ciudades mineras y en otras concentraciones de la vieja clase obrera industrial.

En el mediano plazo se verán las consecuencias de este resultado electoral, quizás con un realineamiento del mapa político del Reino Unido, o tal vez, sabremos si toda esta tempestad se dio solo para finalizar el tema del brexit.

Por el momento Boris Johnson expide una polémica ley para romper todos los lazos con la UE en un año, y tendrá como finalidad a la vez, el regular la salida oficial del Reino Unido de la UE el próximo 31 de enero. Lo particular de esta ley, es la prohibición que ella tiene para  alargar el período de transición del «brexit» más allá de diciembre de 2020; con lo cual es ya un mensaje que le envía a sus socios europeos para efectos de negociaciones.

En enero del 2020, se continuará con la tramitación del texto en ambas cámaras parlamentarias, con vistas a que esta ley esté lista para recibir asentimiento de la reina Isabel II en las primeras semanas del nuevo año.

Lo cierto es, que este personaje camaleónico, populista, irrespetuoso, irreverente y poco confiable para los europeos, juega al sol que más caliente y a la ruleta política, por lo que el pueblo británico, no tiene por el momento ni en el futuro cercano, nada asegurado que los pueda conducir a la edad de oro que tanto les prometió Johnson en su reciente campaña.

Ex-diplomática. Abogada, con una Maestría en Análisis Económicos y en Problemas Políticos de las Relaciones Internacionales Contemporáneas, y una Maestría en Derecho Comunitario de la Unión Europea. Autora del Libro, Justicia transicional: del laberinto a la esperanza.