En un hecho sin precedentes en la historia del Congreso, el pasado miércoles, un numeroso grupo de Senadores y de Representantes a la Cámara, levantamos las Plenarias respectivas, nos dirigimos en bloque hacia la Casa de Nariño buscando ser atendidos directamente por el Presidente de la República Iván Duque, la idea nuestra y de los demás colegas de diversas bancadas de departamentos como Nariño, Cauca, Valle, Huila, Caquetá, Putumayo, Chocó, Boyacá e incluso Bogotá, y otros departamentos solidarios, era poder tener un dialogo directo con el primer mandatario para aportar soluciones a la grave crisis social y económica que vive nuestro sur del país por cuenta del bloqueo de la minga indígena a la vía Panamericana y que tiene paralizado a toda nuestra región desde hace ya tres semanas.
Pero ¡oh sorpresa!, no fuimos recibidos por el Jefe de Estado, a cambio envió a poner la cara al Alto Consejero para la Política, Jaime Amín, quien improvisadamente brindó algunas palabras, sin ninguna respuesta efectiva.
Francamente todos quienes estábamos en la puerta de la Casa de Nariño, salimos muy decepcionados por la actitud presidencial, desconocer la representatividad política de más de 50 congresistas que lo único que buscábamos era brindar nuestra mediación para una pronta salida a la crisis. Era todo lo que buscábamos. Pero el manejo que se le dio a ese momento fue muy desacertado.
Al día siguiente, en su alocución presidencial ratificó lo dicho en otras oportunidades, que NO viajaría al Cauca hasta tanto la vía se mantenga bloqueada y mientras existan vías de hecho, entendemos la posición presidencial, pero también entendemos las reclamaciones legítimas de los pueblos indígenas. En este momento las conversaciones están en un punto muerto, no hay voluntad política eficaz del Gobierno Nacional para hallar soluciones definitivas.
Reconocemos el trabajo y la agenda intensa que ha venido desarrollando desde hace varios días la Ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez y la directora de Planeación Gloria Alonso, pero las han dejado solas, los demás ministros no han hecho presencia para abordar los temas claves como tierras, el exterminio a los líderes sociales, el cumplimiento del Decreto 1811 del 2017 y su inclusión dentro del Plan Nacional de Desarrollo, entre otros.
Es inaudito que por la falta de diálogo, a veces por la soberbia y por las posiciones ideológicas no se puedan concertar salidas de fondo y definitivas a una crisis social y económica que tiene a toda una vasta región colombiana padeciendo las más grandes necesidades en su día a día.
Nariño, por ejemplo, mi departamento es uno de los más golpeados por el bloqueo de la vía Panamericana, en todos los 64 municipios escasean los combustibles y el gas, las medicinas también se agotan, la red pública hospitalaria declaró la alerta amarilla, pues están sin insumos vitales como oxígeno, sangre, y líquidos hemáticos, el Programa de Alimentación Escolar –PAE- tuvo que ser suspendido en las instituciones educativas, las pérdidas en el sector transportador son incalculables, los sectores productivos están colapsados, diariamente se pierden 500 mil litros de leche, el precio de los productos ha bajado notoriamente, pues no pueden ser remitidos a las grandes ciudades, y ni qué decir del sector de la construcción, se han perdido 23 mil empleos directos, la escasez de insumos y materiales de construcción ha tenido un impacto negativo en la ejecución y desarrollo de las obras.
En fin, las pérdidas según el Comité Intergremial supera los 200 mil millones de pesos en los sectores lecheros, avícola, constructor, transporte de carga, transporte de pasajeros, ferreterías, comercio y servicios, es una situación insostenible, pareciera que al Gobierno poco le interesa solucionarla.
Necesitamos que el Presidente de la República se libere de su doctrina e ideología política y se libere también incluso de algunos sectores de su partido que lo tienen literalmente preso y sin dejarle margen de maniobra.
Presidente Duque, venga al Cauca y a Nariño, estás regiones aunque no son de Venezuela, sí hacen parte de la frontera sur de nuestro país y merece toda la consideración y su atención.