138 países del mundo han reconocido a Palestina como Estado libre, soberano e independiente. Colombia hasta hace pocos días era el único país de Suramérica que no había tomado la decisión de reconocimiento. Situación que cambió el pasado 3 de agosto cuando se emite de cancillería el documento oficial de reconocimiento, el cual fue enviado a Naciones Unidas, y anunciado oficialmente el día 8 de agosto, ante Colombia y el mundo.
Como era de esperarse las reacciones han estado completamente polarizadas, por una parte tenemos a sectores representativos de ámbito político y social, que han aplaudido la decisión tomada, puesto que el reconocimiento de Palestina como estado, implica la valorización de sus derechos y respeto como iguales. Por otra parte, se han conocido criterios de desacuerdo por la decisión tomada, no solo por el trasfondo de relaciones con Israel sino por el momento en que la decisión se tomó.
Antes de definir cuál de las dos partes está en lo correcto, se debe comprender el marco histórico que desenlaza en las diferentes tensiones entre Israel y Palestina. Puesto que se ha dado serie de sucesos basados en el incumplimiento de algunas resoluciones que ha establecido Naciones Unidas a través de la historia. Como es el caso de la resolución 3234 de 1974, la cual fue adoptada con el fin de garantizar el derecho de los refugiados palestinos de retornar a sus casas y ser indemnizados, y en la generación de medidas del gobierno Israelí para seguir fortaleciendo el estado judío bajo criterios nacionalistas, sin conceder derechos a Palestinos.
Sin embargo en 1980 la ONU adopta la resolución 478, nombrando el incumplimiento de Israel de la resolución 476 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y se condena la ley de Jerusalén del mismo año, que pretendía declarar Jerusalén como capital indivisible de Israel, lo cual representaba el desconocimiento de los derechos de palestinos.
Ante todos estos hechos gran parte de la comunidad internacional reaccionó a favor del reconocimiento de Palestina, generando medidas como el traslado de las embajadas a Tel Aviv. Posteriormente como iniciativa internacional se desarrolló la conferencia de Madrid de 1991, y se firmaron los acuerdos de Oslo entre el gobierno de Israel y la Organización para la liberación de Palestina, donde se trataron puntos focales de mutuo beneficio como solución permanente al conflicto. Pero no ha sido una solución definitiva, porque hasta el día de hoy las tensiones siguen vigentes, y el gobierno actual de Estados Unidos ha promovido la defensa de los intereses de Israel, mientras la mayoría de países defienden el reconocimiento de Palestina como estado.
Ahora, que nuestro país se suma a la lista de países que reconocen el estado de Palestina, debemos de manera racional, analizar todos los puntos consecutivos de la decisión tomada por el gobierno de Juan Manuel Santos previo a la finalización de su periodo de mandato.
Algunos consideran que fue imprudente el hecho de anunciar una decisión de este nivel en la finalización del mandato, porque piensan que con esto se está perjudicando al nuevo gobierno presidido por Iván Duque y otros hablan de un ‘’gol’’ del gobierno Santos al gobierno Duque. Pero si se pretende ser racionales, objetivos y neutrales para entender la razón de la decisión desde un punto de vista diplomático, igualitario y solidario, así como desde un enfoque legal desde el derecho internacional, se puede decir que se ha tomado una excelente decisión.
No se trata de ningún ‘’gol’’ o hecho mal intencionado, no se pretende perjudicar al nuevo gobierno, ni salvaguardar intereses personales. Se trata de una decisión tolerante y respetuosa, que promueve la paz e incita a continuar en la búsqueda de acuerdos entre dos estados: ISRAEL Y PALESTINA. No se pretende perjudicar las excelentes relaciones que Colombia ha tenido con Israel, ni con Estados Unidos, solo se pretende obrar con solidaridad bajo el marco de respeto a sus derechos, fortalecer las relaciones internacionales con las dos partes y como lo mencionó, el embajador de Palestina en Colombia, tratar los dos estados como iguales.
Muchos países del mundo que han reconocido a Palestina como estado siguen manteniendo excelentes relaciones con Israel. Colombia no puede ser la excepción, el actual presidente mencionó previo a su elección que él reconocería a los dos estados, por lo cual no se espera que su reacción sea negativa frente a la decisión de Santos, a menos de que cambie de opinión.
Sin embargo, lo más coherente es que en razón de sus palabras enunciadas ante el país durante su campaña, el presidente Duque mantenga firme su criterio, y junto con su canciller se trabaje por mantener, con diplomacia, excelentes relaciones de ámbito político y económico con los dos estados, representando un canal de paz entre los mismos.