En repetidas ocasiones hemos visibilizado la importancia del Sur y del Macizo Colombiano, por supuesto como principal despensa de agua del país; por su connotación de vida y ambiental, igualmente la economía del café colombiana hoy tiene como principal eje de desarrollo en el Sur de Colombia.
El café del Macizo colombiano; del Huila, de Nariño y del Cauca representa la más grande área de producción de Colombia y el mayor número de sacos exportados y también por supuesto el reconocimiento nacional e internacional por su calidad, ganando en los últimos años los primeros puestos de todo concurso de premiación cafetera.
También hay que destacar al Sur y al Macizo Colombiano como el área geoestratégica por excelencia de Colombia por el comercio internacional con Suramérica, con los países de Latinoamérica y su vecindad con el gran Brasil.
Por eso se ha reclamado insistentemente que debe haber las garantías de ejecución de los proyectos actuales de la vía de cuarta generación (4G), entre San Miguel en la frontera con el Ecuador, Santana – Mocoa – Pitalito – Neiva, que se garantice el proyecto tanto de la doble calzada como el mejoramiento en alguno de sus tramos.
Por ello, nos preocupa mucho el estado de cosas alrededor del concesionario, en su suerte como empresa, por las circunstancias que hoy conocemos todos los colombianos de la compañía Aliadas “Para el Progreso” propiedad en muy buena proporción de la Sociedad Solarte Hermanos y Asociados, sociedad que siempre nos mereció a la gente del Sur de Colombia reconocimiento y admiración porque siempre hicieron muy bien las cosas.
Las circunstancias actuales por supuesto fundan unos temores a los colombianos y sobre todo a la gente del Sur de Colombia y ojalá logren superar esta crisis interna de su compañía para bien del país.
Pero punto fundamental de esta vía y de su desarrollo es la atención de las contingencias y de las emergencias que hoy bloquean el Sur de Colombia, como es la del sector de Pericongo entre Pitalito y Altamira en el departamento del Huila o la deficiente malla vial que conduce hacia el municipio de San Agustín,
Patrimonio Histórico de la Humanidad, epicentro del Macizo colombiano y gran vitrina turística de Colombia.
Ello tiene que tener la pronta atención del gobierno nacional, del gobierno regional, y desde luego del concesionario, por eso nos sumamos a las voces de alerta de reclamación para una pronta solución de este paso siempre crítico.
Pero igualmente, despertar en las reclamaciones para que las cinco vías principales y transversales de igual número de departamentos sean atendidas prontamente.
Se requiere que las vías La Plata – Inzá – Totoró – Popayán; Pitalito – Isnos –Paletará – Popayán; San Francisco – Mocoa y la Marginal de la Selva sean intervenidas y su ejecución terminada a cabalidad.
Por supuesto que son vías de interés regional primariamente pero corredores estratégicos de desarrollo que impactarían positivamente a Colombia entera y al comercio internacional.
Esta debe ser una causa de los cinco departamentos, Nariño, Cauca, Putumayo, Caquetá y Huila, de sus gobernantes, de su clase política, de los sectores empresariales, gremiales y sociales en esta, la nueva zona de desarrollo nacional.