El observatorio Geopolítico de los Estados Unidos de América, no registra buenas señales en el Area circundante o ESFERA DE INFLUENCIA de su territorio como lo señala la Doctrina Monroe. Me refiero a VENEZUELA, que emite señales de convulsión socio -politica, represión, persecución política, encarcelamientos, mordaza a la libre expresión, crímenes, hambruna, desatención en salud y ausencia de medicamentos, carencia de alimentos, violacion a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, crisis migratoria, conformación de grupos paramilitares y de resistencia civil.
Así mismo, observa como Rusia, China, Irán y Cuba proporcionan ayudas logísticas, de asesoria militar e inteligencia y económicas entre otras, para mantener el régimen afín al sistema político de los países aludidos cuál es el socialismo o comunismo.
USA, no puede permitir que en sus barbas sus adversarios entronicen e irradien en América su sistema político contrapuesto radicalmente al capitalismo hoy más vigoroso con Trump en la presidencia.
Por ello, si se agotan las estrategias diplomáticas y no se logra deponer al régimen actual para darle paso a la democracia a través de métodos pacíficos, con seguridad harán uso de su potente maquinaria de guerra para avasallar y tumbar el régimen.
En circunstancias parecidas y obedeciendo a intereses económicos y políticos doblegaron a los regímenes de PANAMA, HAITÍ, IRAK , RUMANIA, LIBIA a través de su aparato militar.Cayeron NORIEGA , SADAM HUSEIN ,JEAN BERTRAND ARISTIDE, y GADAFY entre otros.
Por ello siempre los Norteamericanos han manifestado, aún antes de la reunión del grupo de Lima recientemente en Bogota , frente a la crisis en Venezuela, que TODAS LAS OPCIONES ESTÁN SOBRE LA MESA. de donde se deduce que la intervención militar no se descarta así no estén de acuerdo los paises latinoamericanos a través de la OEA o de la ONU. El aparato de guerra de USA siempre está disponible cuando a criterio de ellos se requiera sin autorización de la comunidad internacional u organismos de la diplomacia del mundo.
Ante esta eventualidad nuestro territorio cuya frontera con Venezuela es de miles de kilometros puede verse inmerso en en un conflicto bélico de grandes proporciones con las atrocidades, destrucción de vidas e infraestructuras propias de la guerra.
Por tan desastrosas e impredecibles consecuencias la posición del Presidente Duque y su canciller debe ser más sensata y ecuánime, menos pasional y su terminología más adecuada a la diplomacia.
La Divina Providencia nos salve de una hecatombe porque los olores fétidos de la pólvora y de las máquinas de guerra están muy cerca a nuestro olfato por la proximidad con la frontera.