El megaproyecto Hidroituango del que tanto se escucha hablar por estos días tiene con los nervios de punta a todo el país y principalmente al departamento de Antioquia, región que quiere dominar el 70% del mercado energético nacional.
Sin embargo, este titán de la ingeniería que tiene un costo superior a los once (11) billones de pesos y que estaría listo en diciembre próximo, cambió radicalmente los planes iniciales, incluso, el Presidente de Empresas Públicas de Medellín –EPM- Jorge Londoño De La Cuesta, advirtió a varios medios de comunicación que aún no tiene claridad sobre la continuidad de las obras y si el mega proyecto es viable luego de esta crisis que ya es conocida y que afecta por supuesto toda su infraestructura.
Se habla insistentemente también que eventualmente la presa podría desmoronarse de dos formas, la primera si el agua logra derribar el enrocado de la cresta y una segunda, sería una posible erosión en la base de la presa y en cuya parte posterior el agua está transitando.
Cualquier situación que llegase a presentarse sería muy nefasta, traería enormes implicaciones y según se ha dicho por parte de expertos podría causar un daño muy superior a lo sucedido en Armero, es decir, Puerto Valdivia, y municipios como Nechí, Cáceres desaparecerían totalmente del mapa, al igual que la zona baja de Tarazá y Caucasia en un 70% según lo manifestó el propio Presidente de EPM, algo realmente muy grave. ¡Ni pensarlo!
En toda esta zona de influencia del bajo Cauca antioqueño y aledaña a HidroItuango viven cerca de 120 mil personas que estarían en riesgo extremo, pero hasta el momento han logrado evacuar poco más de cinco mil, por eso las autoridades no ahorran esfuerzos en trabajar incansablemente para sensibilizar a la comunidad de la situación y para ponerla a salvo de cualquier amenaza. Por supuesto hay que preservar también la vida de las personas que trabajan en la obra.
Sin duda, es un problema de grandes dimensiones como el proyecto en sí, nadie al inicio imagino una situación de esta naturaleza.
Pero si a esta grave tragedia social y ambiental le faltaban ingredientes, sorprendió la Fiscalía General de la Nación al advertir que existirían también posibles sobornos en los contratos de construcción de Hidroituango, que según el Fiscal Néstor Humberto Martínez pondría en aprietos a las firmas Conconcreto y Camargo Correa.
El jefe del ente acusador ha señalado que “hay indicios que dan cuenta por las evidencias recaudadas y así se hizo de conocimiento público, de que habría pagos en el proceso de contratación de esa represa”, de confirmarse tal situación estaríamos de frente los colombianos ante un nuevo caso de corrupción de enormes proporciones muy superior a los ya conocidos como Reficar, Odebrecht, Foncolpuertos, y muchos otros que el país recuerda.
Sería increíble, que el más ambicioso proyecto de los últimos tiempos en Colombia también haya caído en manos corruptas que hoy se esconden sin señalar culpables ni responsables. Será entonces tarea de las autoridades correspondientes desenmascararlos, presentarlos a la luz pública y hacer que respondan ante la justicia por la gravedad de sus acciones.
En los próximos días, una vez se minimice el riesgo que hoy presenta la mega obra, vamos a realizar un debate de control político cuya fecha sería establecida por la mesa directiva para que quienes tienen relación directa e indirecta con Hidroituango comparezcan ante el Senado y le expliquen al país sus acciones.
En ese orden de ideas vamos a citar a debate de control político a los Ministros de Minas y Energía, Medio Ambiente, Interior, y vamos a invitar al Procurador General de la Nación, al Fiscal General de la Nación , al Contralor General de la República, al Defensor del Pueblo, al Gobernador de Antioquia, al alcalde de Medellín, al gerente de Empresas Públicas de Medellín y a Representantes de la zona de influencia, para que respondan sobre las causas, alcances y circunstancias graves de la tragedia de las últimas semanas alrededor de este importante proyecto hidroeléctrico en Colombia.
A pesar de que muchos sectores políticos no querían aprobar la proposición de citación a este debate al final lo logramos y en muy pocos días haremos que el país conozca de sus mismos protagonistas todo lo que ha sucedido con este colosal proyecto que hoy tiene en apuros a unos pocos poderosos, y con gran preocupación a 50 millones de colombianos.