La Amazonía, el medio ambiente y el desarrollo sostenible: un aporte para el planeta

Opinión Por

Colombia es un país importante en temas de medio ambiente, reservas forestales, biodiversidad,  ecosistemas, reducción del gas carbónico, etc., y por esta razón ha participado en distintas cumbres relacionadas con estos temas y con el cambio climático, etc., por lo que en ese sentido ha adquirido desde hace varias décadas diversos compromisos internacionales, así como con la implementación de los objetivos del desarrollo sostenible.

 El país ha venido desarrollando una legislación para regular los usos del suelo. Con la Ley 2 de 1959 se “estableció siete zonas de reserva forestal que actualmente cubren el 51 por ciento del territorio, así como la creación de los Parques Nacionales Naturales, Los Resguardos Indígenas y los Territorios Colectivos de los afrodescendientes”.

Sin embargo, las dinámicas del conflicto armado y la falta de control del Estado sobre los territorios abandonados por las FARC, han impuesto un ordenamiento de facto del territorio que ha generado múltiples confrontaciones sociales y que han afectado el medio ambiente debido a los asentamientos de poblaciones en sitios catalogados como de reserva natural.

El conflicto armado y el abandono del Estado ha traído deforestación, minería ilegal, perdida de ecosistemas y de biodiversidad,  proliferación de la ganadería que ha ocupado más territorio del que debía, desplazamiento de minorías, contaminación de los ríos, etc.

Por lo anterior, urge la implementación de una política de estado sobre el ordenamiento territorial que señale las áreas de producción y de conservación y que vigile su cumplimiento.


Si bien es cierto que dentro de los acuerdos de paz no existe un capítulo específico relacionado con el medio ambiente, si se contempla el tema, pues se habla  de la sustitución de cultivos y de la reforma rural integral  la cual se hará teniendo en cuenta criterios de cuidado del agua y de los ríos.

En este sentido, se ha venido hablando de la sustitución de cultivos ilícitos y el no uso de glifosato para evitar daños a los ecosistemas y a la salud de los seres vivientes. Recientemente en noticia del pasado 22 de julio de la revista Dinero titulada “Estados Unidos condiciona la entrega de ayudas a Colombia”,  la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó que se condicione la ayuda del Pentágono a Colombia por US$50 millones. Entre las condiciones se encuentran el no uso de glifosato y abstenerse de hacer “chuzadas”.

De otra parte, Colombia firmó la OCTA y el pacto de Leticia comprometiéndose junto con los países que comparten la cuenca Amazónica, a tomar medidas  determinantes para proteger la Amazonía un lugar donde se concentran más de la mitad de los bosques tropicales del planeta y que provee poco más del 20 % del agua dulce en La Tierra.

Entre los objetivos del Pacto de Leticia están: generar respuestas conjuntas ante desastres que se puedan presentar en cualquier país; fortalecer el accionar regional para enfrentar presiones como la deforestación, la tala selectiva y la explotación ilícita de minerales, y avanzar en la generación de conocimiento científico para tomar las mejores decisiones para la protección de la Amazonía , además deproteger a los indígenas y constituirlos en actores importantes para la protección de esta zona. Lastimosamente, esto no se cumple.

La realidad es que los indígenas y sus territorios están abandonados por el Estado, ellos se mueren por el Covid-19 y por falta de alternativas de vida digna y empleo.

Por su parte, la comunidad internacional entre ellos Noruega ha sido un país que no solo ha apoyado a Colombia en temas de paz y en la consolidación de los acuerdos de paz, sino en el medio ambiente. Recientemente ha realizado un importante aporte económico para ayudar a las comunidades indígenas afectadas por el Coronavirus.

Ante este panorama, es que se crea el ciclo de conferencias que lleva el título del presente escrito, con invitados importantes, conocedores del tema, para que entre todos reflexionemos sobre la necesidad de salvar el planeta y que nuestro país cumpla a cabalidad con sus compromisos adquiridos internacionalmente, a fin de que acabe con el doble discurso que ha venido caracterizando al actual gobierno.

Urge que nosotros como nación podamos adquirir conciencia de la problemática, y nos constituyamos en actores importantes en la apuesta por la seguridad del planeta. Según lo dicho por algunos científicos, existe una relación entre la pandemia que el mundo sufre en la actualidad con la fragilidad del planeta, por lo que debemos aunar esfuerzos para evitar el surgimiento de nuevas enfermedades, virus y bacterias, e impedir que el oxígeno se siga agotando.

Por lo anterior considero importante vincularme a estos temas a fin de hacer un aporte, y en este contexto deseo invitarlos a que se conecten por Facebook live para que participen en el ciclo de conferencias denominada “Amazonia, medio ambiente y desarrollo sostenible, un aporte para el planeta”, que comenzará el martes 4 de agosto con la intervención del ex ministro del medio ambiente, académico y escritor Manuel Rodríguez Becerra, el miércoles 5 con el Consejero del medio ambiente y del clima de la embajada de Noruega en el país, Ole Reidar Bergum;  el jueves 6 con el director de la  Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible Rodrigo Botero,  el viernes 7 con el académico y abogado Eduardo Romero y el lunes 10, con Martin von Hildebrand presidente de la fundación Gaia Amazonas.

Los temas a tratar serán: Relaciones Internacionales versus el medio ambiente; diplomacia y cooperación para un medio ambiente sostenible; Reserva Forestal, territorio y comunidades indígenas; medio ambiente y pos-pandemia; y la ruta de la Anaconda y el desarrollo sostenible.

Ustedes podrán entrar a Facebook y buscar “Clara Inés Chaves –escritora”, hacer click en el conversatorio y así quedarán conectados para participen.

Los invito a que marquemos la diferencia, y hagamos entre todos un mejor planeta incluyente y sano.

Ex-diplomática. Abogada, con una Maestría en Análisis Económicos y en Problemas Políticos de las Relaciones Internacionales Contemporáneas, y una Maestría en Derecho Comunitario de la Unión Europea. Autora del Libro, Justicia transicional: del laberinto a la esperanza.