Entre las cosas que pasan en este país tan loco y macondiano no se sabe cuál de todas es peor. Tengo algunos ejemplos: ¿Que será más maquiavélico: las propuestas económicas de Gustavo Petro, o la indecisión de Alejandro Gaviria quien le da juego al Centro Democrático y al Pacto Histórico dividiendo el centro?, ¿Que será más grotesco: el Presidente del Senado con su vergonzante doble moral frente a la lucha contra el cambio climático, o la petición descabellada del expresidente Cesar Gaviria que le pidió a la Corte Constitucional no juzgar al expresidente Uribe porque entonces todos los expresidentes irían a ser investigados y quizás a parar a la cárcel?.
Sin pretender decir que de todo los otros hechos sean menos malos que el aberrante pronunciamiento del expresidente Gaviria al pedir a la Corte Constitucional un fallo político (según noticia de prensa de INFOBAE cuyo artículo se titula: César Gaviria estaría interviniendo por Álvaro Uribe ante la Corte Constitucional, de fecha 3 de noviembre), está situación resulta ser un acto contra la institucionalidad democrática y la ética.
Viniendo de un expresidente que debe dar ejemplo de ecuanimidad, respeto a la ley y a la constitución, que debe honrar la independencia de las tres ramas del poder público, es inconcebible que se coloque al lado de la impunidad y pretenda interferir en un caso en el que al parecer hay configurados delitos, y más aún que pretenda que la Corte Constitucional deje de pertenecer a la rama jurisdiccional del poder público, para que se pronuncie no en derecho, sino en términos políticos, para que la justicia se politice más y pierda su esencia de imparcialidad y apego a la ley
Como dice el refrán popular, el que nada debe, nada teme. Mejor que se siga con la investigación si es que el imperio de ley así lo considera, para que se conozca finalmente la verdad de los hechos. ¿Por qué debe temer el exsenador Uribe si siempre se ha considerado inocente?
Lo más grave del ilustre expresidente, es decir que ahora todos los expresidentes van a ser investigados y enviados a la cárcel. A él parece que se le olvido que como colombianos todos somos iguales ante la ley y que la única manera de reconciliar un país es fortaleciendo la justicia y no debilitándola.
Que mal ejemplo le da el expresidente Gaviria a todo un país que clama por justicia, equidad, paz y reconciliación. Todos estos temas son los que van a permitir a los colombianos creer en la democracia y en sus instituciones ya que es la única vía para fortalecerla y para combatir la corrupción.
¿Por qué será que cada vez que ese expresidente mete su nariz termina produciendo un caos? Si es como presidente de su colectividad, ya está a un paso de extinguirla, pues le ha vendido las banderas del liberalismo al mejor postor, y en este caso al Centro Democrático desdibujando la verdadera razón de ser de la filosofía de lo que significa el liberalismo como doctrina política.
La doble moral de los políticos y en particular de algunos expresidentes es no solo vergonzosa sino un lastre para el país. Ellos no representan la dignidad del país, sino la corrupción y el debilitamiento del Estado de derecho.
Vemos como el presidente del Senado Juan Diego Gómez hundió el acuerdo de Escazú y va muy horondo a la cumbre contra el cambio climático en Escocia con el dinero del erario público a decir que cree en esa lucha, cuando hace lo contrario.
El presidente Duque no se queda atrás, decir que los que consumen droga son los culpables de la destrucción de la Amazonia, es desconocer la dimensión de la magnitud del problema y otros actores como los que realizan la ganadería ilegal, y la minería ilegal, entre otros.
Lo peor es que la ceguera de los políticos no les permite vislumbrar que son ellos los culpables de la crisis de valores del país, de la injusticia social y de todos los lastres por los que vivimos en Colombia.
Son ellos los que acaban con los partidos políticos uno de los pilares de la democracia. Son ellos los que matan, con la compra de votos, el sentir y la voluntad de los colombianos para elegir a sus representantes.
Lo peor, es que después se quejan de que la gente no vota. Estos politiqueros son los responsables de la corrupción electoral y por ello votaron a favor de acabar con la ley de garantías, pues son tan mediocres que si no utilizan la corrupción en tiempos electorales no ganarían jamás.
Nos tienen mamados los políticos, a quienes les convienen tener un pueblo empobrecido e ignorante para poderlos manipular.
¿Cuándo dejará los colombianos de matarse entre ellos por ideologías populistas de pacotilla, y aprenderán a tener su propio criterio? ¿Cuándo dejaran los colombianos de ser apéndices de algunos políticos que los manosean?