Muchos han escuchado hablar de la política exterior de un país, pero no alcanzan a imaginar la importancia y el alcance que está tiene para un estado en particular.
Teniendo en cuenta la definición más simple de política exterior, esta se define como el conjunto de las decisiones públicas que toma el gobierno de un Estado en función de los intereses nacionales y en relación con los demás actores del sistema internacional de un país.
La política interna debe tener relación son la política exterior, la cual debe responder a las aspiraciones de paz y seguridad, y a sus necesidades de desarrollo político, económico, comercial y social.
Esta política debe ser la manifestación de la estabilidad de un Estado conformado por nación, soberanía popular, un gobierno estable y formulado por sus gobernantes teniendo en cuenta el interés nacional.
La política exterior define el norte y tiene en cuenta el entorno internacional, a la vez que refleja las directrices de la importancia que el país les da a sus socios estratégicos en el contexto internacional.
Nuestra actual política exterior se ha centrado en la problemática venezolana y la alineación con los Estados Unidos.
Sin demeritar la importancia de Venezuela como país fronterizo, hemos adoptado una posición que parecería ser que nuestro Presidente fuera el Jefe de Estado del país vecino, ya que hemos perdido el norte de nuestras prioridades internas, como es la paz, tema este que tiene alta relevancia en la consolidación de la gobernabilidad y el desarrollo del país.
Daría la impresión de que hemos retrocedido en las políticas públicas que implementan nuestra política exterior y en lo que deben ser las prioridades en el contexto internacional.
El programa de un gobierno no se debe circunscribir a circunstancias externas que lo afecten, sino a la generación de políticas públicas que lo posicionen dentro del contexto internacional, y que respondan al desarrollo de ese plan de gobierno
Colombia ha olvidado la necesidad de diversificar sus socios estratégicos y de posicionarse como país líder en muchos temas, siendo la paz el más importante.
Un país que olvida su norte y sus prioridades, por preocuparse por las necesidades del vecino, es un Estado que debilita su gobernabilidad, sus instituciones y se dirige al ostracismo.
Lo peor es que la estrategia de Colombia frente a Venezuela no ha funcionado, mientras que, con respecto a los Estados Unidos, el país del tío Sam, no nos reconoce como el más fiel de sus amigos que por décadas ha mirado al norte.
Debe, de igual forma, establecer objetivos y estrategias concretas para la solución de un problema o el logro de un determinado fin. En este orden de ideas, no se podría decir que la actual política exterior responde a los planes del gobierno actual, sino a la solución de problemas del país vecino, el cual es un tema regional, y así debe ser su tratamiento.