Me habían dicho reiteradamente que el nuevo director de la Corporación Autónoma Regional del Risaralda – CARDER, Leandro Jaramillo Rivera, era un profesional incapaz, ineficiente e incompetente. Puse en duda esas afirmaciones. Pero hoy compruebo que tenían razón quienes me hicieron esa manifestación.
Ante el crecimiento de las aguas del río Otún, el principal afluente de Pereira, y en cuyas riberas viven miles de personas, la exdirectora de Planeación de la ciudad, Martha Alzate le pregunta a Jaramillo en Facebook: “¿Qué medidas se están tomando desde la CARDER, en alianza con la dirección de desastres de la Alcaldía de Pereira para proteger a estos pobladores ribereños del Otún?”
Y la respuesta del director de la CARDER no podía ser más desconsoladora “Las competencias de las Corporaciones autónomas están centradas en apoyar los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo en las acciones de conocimiento. El Barrio Otún, el Balso, La Esneda en Dosquebradas y aquellos que se encuentran entre la avenida del Río y el río Otún se encuentran en zona de Riesgo No Mitigable como está consignado en los Planes de Ordenamiento Territorial. El tratamiento requerido es la reubicación. De manera paralela trabajamos con la Red Hidroclimatológica del Departamento y desde allí se realiza seguimiento a las variaciones en las precipitaciones y los aumentos de caudal en el Río”.
Increíble. Este funcionario no se ofrece a buscar un acercamiento con la Alcaldía de Pereira para encontrar soluciones y reubicar temporalmente a las familias que están en las orillas del Otún, aprovechando su condición de autoridad ambiental. Desentendimiento total.
Pero la peor parte es cuando Alzate lo inquiere: “Pero, si se ve venir una tragedia, ¿qué debe hacer jurídicamente la Corporación?”
Y Leandro Jaramillo, con la prepotencia de los burócratas locales, es categórico en responder: “Repito apoyamos los municipios en el conocimiento del Riesgo. Allí están muy claras las condiciones de esta zona. La Corporación no realiza reubicaciones”
Parece una situación kafkiana. Pero es real. Se vive en Pereira.
Este tipo de actuaciones de los funcionarios ponen en riesgo la vida de los ciudadanos en momentos de inminente peligro. ¿Qué cara pondrá el Procurador General de la Nación y su procurador delegado para el medio ambiente, con la actitud del Director de la CARDER? Este comportamiento de Leandro Jaramillo, es un acto abiertamente corrompido.