Absorto ante la inmensidad; esta me desboca , siento que me avasalla, que me precipita, que mi retina se ensancha, que los glóbulos oculares se desorbitan, que mis sentidos se agudizan, que mis latidos cardiacos se aceleran, que la ansiedad impulsa a mi cuerpo en ritmos de fuga, que constelaciones de estrellas luminosas se desprenden del cerebro en lapsos intermitentes. Este es el extasis que me produce la inmensidad de los mares, de su línea horizontal en el infinito que sepulta soles, de lienzos de colores en el firmamento que chapotean sobre las olas , de lunas coquetas que se asoman y con picardía le sonríen al sol cansado de la tarde, de las aves que con desespero aletean buscando el nido sacandole el quite a las sombras que se precipitan sobre el mar profundo y misterioso cargado de secretos. SOMOS INSIGNIFICANTES ANTE LA MAJESTUOSIDAD DE LA NATURALEZA.
Jorge Arturo Chaves y las ideas liberales
Estoy comenzando a escribir otro libro en el que mi padre me