Resulta vergonzante por no decir otro calificativo y lo digo con mucho dolor por mi formación de abogado, que los pronunciamientos judiciales sean en Colombia cuestionados y desconocidos por sectores políticos que propician marchas de protesta de los simpatizantes con los sindicados de perpetrar delitos.
Habráse visto tamaño despropósito: marchar porque los jueces de la republica están cumpliendo con sus deberes legales y constitucionales de administrar justicia?
No son esas conductas de los ciudadanos manipulados por facciones políticas una insurrección a cumplir las leyes?
No es esto un alzamiento público o sublevación colectiva contra la autoridad legítima?
Claro que si y es un descarado constreñimiento para que las decisiones judiciales se orienten en determinado sentido, secuestrando la política a la justicia para que se postre ante sus intereses. Así las cosas llegará el día que congresistas, gobernadores, alcaldes , concejales , diputados y quienes tengan liderazgo político propicien protestas y marchas cuando sean llamados por sus jueces naturales a dar explicaciones por sus actos.
Pero más grave aún que la Ministra del Interior haga apología y legitime una marcha en contra de la Corte Suprema de Justicia por cumplir con sus funciones constitucionales de administrar justicia y permita que sus magistrados sean sometidos a cuestionamientos por la decisión de llamar a formular cargos o rendir indagatoria cómo se denominaba antes a un expresidente de la República. Eso es lo que yo llamo una presión indebida; es conculcar a los operadores judiciales el ejercicio de su funciones que deben ser transparentes, independientes, justas y eficaces. No es posible que ahora se acuda al pueblo para que salga a marchar y protestar cuando un sujeto procesal ha sido llamado a comparecer ante la administración de justicia. Que fatal precedente. Así las cosas se abren autopistas para que cualquier ladronzuelo de barrio o un delincuente consumado convoque por dádivas o por qué goce de simpatías en su vecindario a que se solidaricen con él y salgan a marchar y protestar cuando se les llama para que respondan ante los jueces por un delito.
Hasta donde hemos llegado; están conduciendo a la sociedad hacia despeñaderos institucionales avalados por el gobierno de turno a través de la jefe de la cartera política; están fracturando el Estado de Derecho y rompiendo la armonía entre las ramas del poder público.
Eso era lo que nos faltaba para terminar de descuadernar al país como lo decía con tanto tino el Presidente CARLOS LLERAS RESTREPO.
Corresponde al Presidente de la Republica como guardián de la constitución política que al posesionarse juramento cumplir fielmente, encauzar la institucionalidad y garantizar la armonía y colaboración entre las ramas del poder público.