LAS ÉLITES Y EL PUEBLO

Opinión Por

En Colombia se aproximan unas elecciones muy difíciles, en este escrito trataré de dar una somera mirada de las tendencias participantes desde el punto de vista de la corrupción.

Los historiadores enseñan que una de las causas que inició “La Violencia” en este país fue la instauración del llamado Frente Nacional donde los partidos Conservador y Liberal se turnaban el poder cada cuatro años y no permitían que otros partidos o tendencias ideológicas participaran en los comicios electorales. Así nació una de las partes de este escrito quienes denominaremos La Élite en Poder, la cual ha venido gobernando a Colombia por décadas. La segunda parte de este escrito es la llamada Élite de Izquierda y son quienes están en contienda con los anteriores y ya  gobiernan en algunas regiones. Con el tiempo se dieron modificaciones a la Constitución Nacional y se llegaron a registrar y participar en elecciones más de cincuenta partidos políticos, pero eso no fue óbice para detener la Violencia y parar el derramamiento de sangre. Aquí aparece la tercera parte de este escrito a quien llamaremos El Pueblo, que no son más que los ciudadanos de a pie o electores quienes se han venido matando entre sí por cuenta de las diferencias entre La elite en Poder y La Élite de Izquierda.

También se ha dicho que otra causa de la Violencia es la lucha por la tierra. Sin contar con las comunidades indígenas que además de tierras productivas poseen grandes extensiones en áreas protegidas y Reservas Naturales. Según los estudios relacionados con este tema nos indican que Colombia es uno de los países más inequitativos del mundo y que gran parte de la tierra productiva está concentrada en pocas manos, al parecer el 80% de la tierra productiva está en manos del 1% de los propietarios.

Por un lado, La Elite en Poder atesora grandes extensiones del área rural y para hacerse a ella ha utilizado varios métodos, tales como, posesionarse de baldíos del Estado, ocasionar desplazamiento para comprar tierras por debajo del precio del mercado, recibir tierras como parte de pago por favores cuestionados. Lo anterior se financia, en unos casos con dineros de origen lícito y en otros, con dineros producto del lavado de operaciones de narcotráfico. Sin embargo, lo más grave, es que también se financian con los excedentes de contratos con El Estado que no se ejecutan o se ejecutan a medias, pero si se cobran. Todo se maquilla porque con el producido de esas tierras se pagan impuestos y en buena parte contribuyen con la productividad del país.

Por otro lado se ha difundido que la llamada Élite de Izquierda también se dedica a la tenencia de tierras y que son igual de latifundistas que la criticada contraparte. Igualmente, las tierras se obtienen por invasión de baldíos del Estado o por desplazamiento forzado de sus reales propietarios. También se financian con dineros producto del narcotráfico y se le adiciona financiación por «contribuciones voluntarias», entiéndase extorsiones, robos, secuestros y otras actividades delictivas. A diferencia de los anteriores pagan pocos impuestos.

Aquí el Pueblo campesino, que es una gran masa de la población productiva, posee muchos minifundios que representan tan solo un 20% de la tierra productiva total.

Igualmente se ha dicho que hay desigualdad y Violencia por la falta de Educación. Esto, pues las familias de ambas Élites tienen oportunidad de educarse en instituciones privadas de calidad, mientras tanto el Pueblo, si acaso termina el Bachillerato y no más del 10% de esos graduados logra ingresar a una universidad. Sin embargo, no podemos perder de vista que la mejor institución de educación superior en Colombia es una Universidad pública, lo que nos deja en una paradoja sobre su manejo y alcance.

Luego se dice que otra causa de la Violencia es que no hay Justicia. Se ve con frecuencia que La Élite en Poder tiene el dinero y los contactos suficientes para acomodar a los jueces y entes de vigilancia a conveniencia. Una de las herramientas utilizadas es el Derecho Procesal, en el cual poco interesa si la persona cometió o no un delito o si es culpable o inocente, pues todo pasa a depender de que tanto dinero tiene para contratar un abogado marrullero, quien se asegure que el proceso no prospere y si por casualidad se declara culpable de algún delito, la pena privativa de la libertad la cumplirá en alguna de las mansiones obtenidas con los actos de corrupción.

Igual pasa con los señores de la Élite de Izquierda que contratan sus abogados y actúan igual que los anteriores, sin embargo, aquí surgen dos ingredientes adicionales. El primero “Los Derechos Humanos”, con esto la Élite de Izquierda está habilitada para tener derecho a actuar de la forma que estime conveniente sin que la justicia o los entes de control puedan actuar contra ellos. Para sustentar este atropello acuden a La Corte Penal Internacional. La paradoja es que constantemente están exigiendo derechos, pero en ningún momento se mencionan los Deberes.

El segundo ingrediente es la llamada “Revolución”, con la utilización de esta pretenden tener Patente de Corso para secuestrar, extorsionar, asesinar, instalar minas quiebra patas, para cometer estupro, pedofilia y demás aberraciones contra la dignidad humana hasta el punto de la existencia de acusaciones por practicar la supuesta extinta esclavitud.

En lo que respecta al Pueblo el conocido adagio reza “La Justicia es para los de Ruana”.

Se puede continuar haciendo paralelo con varios tópicos de la vida nacional pero se requiere mucha tinta y mucho espacio e igual la conclusión no será muy diferente.

Ya hay ejemplos claros de las decisiones tomadas por los electores literalmente “mamados” de La Élite en Poder corrupta y como esa elección llevó a países como Venezuela y Nicaragua a caer en manos de dictaduras de Izquierda, quienes al igual que la Élite en Poder que derrocaron, se dedican a saquear el erario público.

Lo grave es que estas son las partes que están en contienda para las próximas elecciones las cuales, con sus actos de corrupción, propician que el erario público pierda $50 Billones anuales, según cifra estimada por El Contralor General de La Nación, difícil elección se tiene en Colombia.

Todo indica que en lo que respecta a la corrupción y violencia las dos Élites son solo una masa homogénea, quienes solo buscan detentar el poder para lucrarse del erario público. Como escribió en su libro Álvaro Salom Becerra,  “Al pueblo nunca le toca”.

Quindiano, Ex-Vicerrector de @Uniquindio. Ingeniero Industrial de la Universidad de América, Especialista en Finanzas de La Universidad Javeriana, en Desarrollo Económico del Instituto para el Desarrollo de Japón, Tokyo y Master en Business Studies de la Universidad de Manchester. #AncizarVive