Como es de conocimiento nacional la vía Panamericana continúa cerrada por cuenta del paro indígena y campesino que se adelanta en el departamento del Cauca, lo que ha generado serios traumatismos viales y graves afectaciones sociales y económicas.
Pero no sólo el Cauca está siendo afectado, sino que casi todo el sur occidente colombiano; departamentos como Nariño, Huila, Caquetá y Putumayo ya sufren los rigores de los bloqueos en las vías que conectan a las regiones del sur.
Somos solidarios con las justas causas de los pueblos indígenas y apoyamos sus reclamaciones, pero también somos conscientes de la necesidad imperiosa de buscar salidas urgentes que permitan una solución definitiva a la situación que hoy afecta a las gentes del sur.
Ya son múltiples las afectaciones sociales y económicas en los sectores productivos del sur de Colombia como el lechero, papero, transportador, comercio, entre otros, por lo que el Gobierno Nacional a través de los Ministerios de Agricultura e Interior, deben concertar salidas definitivas para superar este momento que hoy tiene paralizado al sur occidente colombiano.
Se requiere entonces que Gobierno y comunidades concreten provisionalmente un levantamiento del paro mientras dialoguen sobre los temas de fondo del cumplimiento de las actas de compromiso con las comunidades indígenas y campesinas del Cauca y del sur del país, el Gobierno debió anticiparse a éste bloqueo con un diálogo constructivo y efectivo, no se llevó a cabo y hoy requerimos que cuanto antes haya un levantamiento del mencionado bloqueo.
Hoy son múltiples los compromisos pactados, pero que sin embargo no han tenido un avance significativo, por ejemplo, una de las peticiones puntuales de las comunidades indígenas es el cumplimiento del Decreto 1811 del 2017 y su inclusión dentro del Plan Nacional del Desarrollo como un capítulo especial para los pueblos indígenas, así mismo que cese el exterminio a líderes sociales y los enfrentamientos de grupos armados ilegales, y desde luego sus aspiraciones en materia de tierras por el orden de 41 mil hectáreas, entre muchos otros.
Toda esta situación se ha traducido en múltiples afectaciones, los alimentos han empezado a subir sus precios, las medicinas y combustibles escasean, los transportadores y el comercio ya reportan millonarias pérdidas, las entidades de salud ya han declarado la alerta amarilla en varios zonas, y desde ya se plantean establecer puentes aéreos para abastecer insumos hospitalarios.
En Caquetá por ejemplo cientos de animales bovinos no han podido ser transportados al occidente colombiano, el servicio de gas domiciliario y el transporte público fueron suspendidos. En la vía que comunica a Neiva con el sur del país presenta cierres generando afectaciones graves, la misma problemática registran departamentos como Nariño y Putumayo.
Entre tanto el Gobierno ha señalado que para los próximos cuatro años se han designado partidas por el orden de diez billones de pesos del Plan Nacional de Desarrollo para atender las necesidades de las comunidades indígenas, también inversiones por 24 billones de pesos para el departamento del Cauca.
Y es que según la Federación Colombiana de Transportadores de Carga, Colfecar, las pérdidas de dicho gremio son millonarias, esto teniendo en cuenta que cada día se realizan alrededor de 189 viajes por estas vías, recorridos que movilizan cerca de 2000 toneladas de mercancías como abonos, manufacturas, arroz y avena. A esto se suman 124 mil galones de líquidos como petróleo, gasolina, biodiesel, bebidas, entre otros.
Así mismo en el sector de transporte de pasajeros registra también millonarias pérdidas económicas. Ojalá más temprano que tarde hayan salidas definitivas que permitan ponerle fin a esta difícil situación que hoy tiene en crisis social y económica a los departamentos del sur y que el Gobierno Nacional entienda sus justas causas.