El aumento acelerado de bici usuarios en el país ha despertado entre estos amantes de las bielas una masiva afición de los ciudadanos que ya ahora y en masa, prefieren subirse a sus caballitos de acero que ir maltrechos en los obsoletos sistemas de transporte de las principales ciudades colombianas.
Este gran fervor a rodar por las calles se traduce en múltiples bondades, no sólo para quien pedalea, sino para el entorno ambiental de las mismas ciudades, pues al cambiar el carro por la bicicleta minimizamos la contaminación por dióxido de carbono, y por ende respiraremos un aire menos contaminado, así mismo el bolsillo de los bici usuarios también siente mejoría y ni qué decir de las ventajas que trae para la salud.
Pero lamentablemente, todo este abanico de buenas situaciones, contrastan con la realidad que se vive en las calles, primero porque últimamente la muerte los ronda, tan sólo en Bogotá, ya son cuatro los ciclistas que perdieron su vida en los últimos veinte días, algo realmente ¡alarmante!
Hemos visto, como de la felicidad de rodar por una ciclo ruta pasamos a ver el luto de cientos de familias que infortunadamente ven perder a sus seres queridos en este ejercicio, una tragedia, que sin duda está creciendo no sólo en Bogotá, sino también en otras regiones de nuestro país.
Según estadísticas oficiales, el aumento desmedido de muertes de ciclistas en Colombia durante los últimos cinco años es del 6% anual, pasando de 300 víctimas en 2012 a 379 para 2016, situación que empeora para el caso de Bogotá.
Por ejemplo, en la capital del país y el departamento de Cundinamarca, en el año 2016, 42 ciclistas resultaron muertos, cifra que representa un 31% del total de las víctimas, siendo los municipios aledaños, como Soacha, Funza, Mosquera y Madrid los escenarios de tragedia.
Al sumar estas cifras con datos de departamentos como Tolima y Boyacá, entonces podremos decir que en esta región tenemos el 40% de las víctimas nacionales. Igualmente, regiones como el Valle del Cauca y Antioquia representan 27% de las víctimas fatales nacionales, concentradas principalmente en Cali y Medellín y sus municipios aledaños. Esto de acuerdo a un informe de El Tiempo, donde el urbanista y experto en movilidad Ricardo Montezuma, hace una detallada radiografía de lo que sucede hoy con respecto a bici usuarios.
Este negro panorama amerita toda una estrategia integral donde autoridades públicas y también privadas articulen esfuerzos que permitan minimizar tal fenómeno, se requiere entonces además de campañas preventivas que los ciclistas tomen conciencia ciudadana de portar los debidos elementos de protección, pero también de la precaución de quienes van al volante, pues según Medicina Legal, el 80% de las víctimas mueren atropellados por vehículos de transporte público o motocicletas.
Las causas de accidentalidad que terminan con la muerte de los ciclistas son múltiples, altas velocidades, consumo de alcohol o alucinógenos por parte de conductores, deficiente infraestructura, imprudencia de motociclistas, en fin.
Por eso, las autoridades correspondientes deben buscar fórmulas efectivas que permitan reducir el número de víctimas, porque hoy lo que tenemos es que diariamente muere un ciclista en Colombia, se debe combatir entonces la violencia vial que en la mayoría de los casos se genera por el estrés de la cotidianidad colombiana, principalmente en las grandes ciudades. Se deben diseñar e implementar más kilómetros de ciclo rutas para evitar que los ciclistas invadan los carriles exclusivos para automotores, y en general implementar agresivas campañas de prevención para que tanto bici usuarios, como conductores de vehículos tomen conciencia vial, así evitaremos que más familias se vistan de negro por el luto que deja la pérdida de sus seres queridos.