Inicia la tercera legislatura del Congreso de la República con enormes retos y grandes desafíos en materia de agenda legislativa y, aunque las sesiones virtuales se mantendrán por ahora debido a las obvias razones de la actual contingencia, el legislativo no puede ser inferior a sus grandes responsabilidades con el país.
Colombia necesita avanzar en las grandes transformaciones sociales, económicas, políticas, de salud, de lucha contra la corrupción, de defensa de la naturaleza y el medio ambiente, en garantizar los temas de paz y que los programas del posconflicto se lleven a feliz término, en fin, necesitamos avanzar como nación en resolver los grandes problemas que hoy aquejan a la población y que se han agudizado en materia de productividad y empleabilidad por culpa de la pandemia generada por la covid 19.
Se requiere entonces de un gran pacto nacional y de un acuerdo político entre los diversos sectores para reconstruir al país, para que Colombia recupere su vida productiva y para que los compatriotas que perdieron sus empleos, vuelvan a sus fuentes laborales.
En ese orden de ideas, necesitamos despertar entre la población un sentimiento nacionalista, que compremos los productos hechos en Colombia, que apoyemos a nuestros campesinos, que evitemos las grandes superficies y volvamos a la tienda de barrio, que cambiemos las grandes marcas por el sello nacional que también es de muy buena calidad, que consumamos lo nuestro primero; en resumen, que colombiano compre colombiano. Pero también necesitamos que el Gobierno Nacional emprenda una gran cruzada que permita combatir a fondo el contrabando, ese grave flagelo que tanto mal le hace a nuestra economía y a muchos sectores nacionales.
Es absolutamente indispensable el concurso de todos en esta nueva etapa que hoy afrontamos, estamos seguros que de esta situación salimos, pero necesitamos del compromiso de cada colombiano, desde las distintas esferas en que nos encontremos debemos ser propositivos y aportar a la recuperación del país.
El Congreso de la República, así sea desde la virtualidad debe también ser protagonista en las grandes decisiones nacionales, debe apostarle a tramitar las grandes reformas que hoy necesita el país, por ejemplo, en materia de salud, es urgente hacerle profundos cambios al actual sistema que se convirtió en un negocio y no en un derecho de los usuarios. Hay que hacer una reforma política que permita combatir la corrupción electoral, donde se implementen las listas cerradas, el voto obligatorio y electrónico, donde haya financiación estatal de campañas y donde tengamos un órgano electoral independiente.
Tenemos que avanzar en leyes fuertes que permitan combatir a fondo la corrupción, ese grave flagelo que sigue carcomiendo no sólo el sector público, sino privado. En la legislatura anterior se aprobó el proyecto de los pliegos únicos y ese es una revitalizadora noticia, pero hace falta más.
Estaremos del lado de las buenas iniciativas, las que vayan encaminadas a defender los intereses de todos los colombianos, las que apoyen a los pequeños y medianos empresarios, al pequeño productor, al campesinado en general, a los sectores informales, a los transportadores, a los taxistas, a los peluqueros, a los restaurantes, al sector hotelero, en fin, a quienes día tras día mueven nuestra economía desde sus emprendimientos.
En temas legislativos de nuestra propia cosecha, seguiremos impulsando distintas iniciativas encaminadas sobre todo a la defensa de nuestra naturaleza y medio ambiente. Por ejemplo, insistiremos en el proyecto de NO al fracking en Colombia, por considerar que es una practica nociva que no sólo atenta contra la salud humana, sino porque es una seria amenaza para nuestros ecosistemas, para las fuentes hídricas, para el medio ambiente en general.
Vamos a presentar nuevamente el proyecto que prohíbe el uso del glifosato en Colombia, creemos que el herbicida no es la salida, hay alternativas más eficaces para la lucha contra el narcotráfico, como son la sustitución voluntaria de cultivos y la erradicación manual, donde se pase de la economía ilegal a una cultura de legalidad con proyectos productivos rentables y donde se recupere el tejido social.
Insistiremos de la misma manera en la prohibición de plásticos de un único uso, necesitamos proteger nuestros mares, nuestra naturaleza, de esa amenaza latente que tanta contaminación le genera al planeta. Ya Colombia cuenta con la ley 1973 de 2019, una ley piloto que impulsamos desde el Congreso con sendas ponencias nuestras y que le permiten hoy al archipiélago de San Andrés y Providencia, Santa Catalina e Islas Menores la prohibición de plásticos de un único uso en suelo isleño, necesitamos replicar esta iniciativa en otras regiones del país.
La reforma a las Corporaciones Autónomas Regionales CAR´S, también volveremos a tramitarla, estas entidades han sido politizadas y muchas de ellas perdieron su verdadera misión para la cual fueron creadas, siendo también blanco de corrupción.
Otro importante proyecto que hoy goza de buen ambiente en el Congreso y del cual soy su ponente es el acto legislativo que reforma el actual sistema de distribución de las regalías, necesitamos que lleguen más recursos a las regiones, necesitamos que el daño ambiental sea compensado de alguna manera.
De tal suerte que estos son algunos proyectos que impulsaremos en esta nueva legislatura y la virtualidad no será impedimento para sacarlos adelante, esperamos que el Congreso esté a la altura para que los ciudadanos confíen en su poder legislativo.