En los últimos días hemos tenido en Colombia noticias de diversa índole que rayan en lo absurdo y escandalizan al país.
Mencionaré tres de ellas, que escogí al azar. La primera, fue la larga huelga que le hicieron a la empresa Rappi sus empleados porque al parecer a los mensajeros no les pagan de manera puntual, no tienen derecho a salud, pensión, riesgos laborales, cesantías, vacaciones o sueldo por el tiempo trabajado. Lo cual, de ser cierto, ya es vergonzoso y uno se pregunta: ¿cómo deja el Estado que una empresa como Rappi funcione sin las garantías de ley para sus empleados?
La segunda noticia, fue el escándalo que produjo el informe de la última edición de la revista Semana en el que destapó las supuestas irregularidades que recaen sobre generales del Ejército, unos por malos manejos de alrededor de mil millones de pesos y otros por regresar a la práctica de los llamados “falsos positivos”1.
Las investigaciones preliminares, según la revista Semana, “son contra los generales Adelmo Fajardo, segundo comandante del Ejército, Eduardo Quirón, del Comando de Apoyo de Contrainteligencia, y Jorge Horacio Romero, del Comando de Apoyo de Acción Integral y excomandante de la Cuarta Brigada”.
Es escalofriante esta noticia, pues se considera que la Fuerzas Militares deben ser la institución más confiable que cualquier país debe tener, ya que ella no solo tiene a su cargo la guarda de la soberanía del país, sino la seguridad de los colombianos.
La tercera noticia se relaciona con el reporte que emitió RCN Radio el pasado 9 de mayo del año en curso, titulado “La polémica defensa de Marta Lucía Ramírez al uso del glifosato”, cuando la vicepresidente de Colombia defendió la fumigación de cultivos ilegales con esa sustancia y critico a la Corte Constitucional.2
Parecería que se olvida los reportes de países como Argentina que han informado sobre la existencia de personas enfermas que se están muriendo por el uso del glifosato3, sustancia que se considera cancerígena.
No podemos olvidar tampoco lo estipulado en tal sentido por la Organización Mundial de la Salud – -OMS- que prohibió el uso de este producto por ser nocivo para todo ser viviente.
Estas tres noticias que, si bien son diversas por el tema que ella representan, tienen un común denominador que son la pérdida de valores, de ética y de norte, y la miopía institucional en las que vive la sociedad colombiana.
La indolencia ante la ilegalidad en la que se encuentra al parecer la empresa Rappi por incumplir con lo dispuesto en el código laboral, atropella los derechos labores de quienes allí trabajan. Nos preguntamos en dónde están las autoridades que deben regular a esta clase de empresas.
La corrupción en la que se encuentra el Ejército, como otras instituciones estatales es lamentable, pues con ella se debilitan la institucionalidad y la democracia. Lo que es incomprensible es que estos hechos vienen sucediendo de tiempo atrás, y lo que nos cuestionamos es cómo el Estado ha sido tan miope ante esta situación, y no tomó las medidas correctivas a tiempo.
En el país se viene hablando de los falsos positivos desde hace años e incluso el Estado ha sido condenado por instituciones internacionales por esos hechos, pero las autoridades no han aplicado los correctivos del caso para que estas violaciones no se sigan cometiendo. ¿En qué país vivimos?
Lo peor es que estas son solo tres, de las muchas noticias en las que el Estado pierde el año. Es hora de que tomemos conciencia de país.
(*) Ex diplomática
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1. https://www.semana.com/nacion/articulo/las-reacciones-en-la-justicia-tras-revelaciones-de-semana- sobre-generales/622545 2. https://www.rcnradio.com/colombia/la-polemica-defensa-de-marta-lucia-ramirez-al-uso-del-glifosato 3 https://www.perfil.com/noticias/salud/el-drama-del-glifosato-en-el-campo-argentino-y-una-legislacion- ausente.phtml