Un nuevo intento del partido de gobierno por instaurar en Colombia la nefasta técnica del fracking, fue derrotada por las mayorías de la plenaria del Senado durante la discusión del proyecto de ley 200/2020 el cual regula y organiza el Sistema General de Regalías.
El senado le dijo no al fracking como técnica de explotación y de petróleo y gas, es un triunfo de los colombianos que abogamos por la vida, por la naturaleza para hoy y, sobre todo para las próximas generaciones
El artículo 210, el último de esa iniciativa abría la puerta para que nuestro país iniciará ese proceso. Era un artículo que tenía observaciones legales y constitucionales, pues no conformaba unidad de materia con lo que se aprobó del proyecto en su conjunto con el nuevo Sistema General de Regalías que fundamentalmente es un proyecto de distribución de recursos, de compensaciones especialmente ambientales hacia las entidades territoriales. Este tiene que ver prácticamente con la autorización de un esquema técnico agresivo de explotación de hidrocarburos en Colombia que hoy lo tiene en análisis muy serio toda la institucionalidad administrativa y de justicia en el país.
En primer lugar, la Corte Constitucional ha establecido seis pasos para que en Colombia empiece a operar el fracking o el fracturamiento de rocas o explotación de yacimientos no convencionales. Esos seis puntos no se han cumplido aún. El Consejo de Estado ha suspendido decretos que pretendieron regular algunas iniciativas ilegales en materia de explotaciones de petróleos e hidrocarburos con este sistema y por otro lado se esta en el esquema de impulso de los proyectos pilotos de investigación integral, etapa que no se ha agotado, la esta impulsando a disgusto de muchos colombianos, pero en esa tarea esta. Por otro lado, no se ha pronunciado la Agencia Nacional de Licencias Ambientales -ANLA-, y otras autoridades administrativas en esta temática.
Aquí estamos avanzando en autorizar temas de regalías en un método que en Colombia aún no es legal y que no ha surtido todos los trámites y más grave aún que le está haciendo reducción en los niveles de cobros de regalías a un sistema técnico agresivo con la naturaleza, el medio ambiente, la vida y la salud de las comunidades en las regiones donde se pretende instaurar. ¿Cómo es posible que un esquema absolutamente más agresivo con la naturaleza vaya a pagar menos en regalías? eso es un contrasentido, por eso nosotros y muchos sectores en el Congreso de la República votamos en contra de ese artículo.
Ahora, el siguiente paso será la conciliación del texto con Cámara y llegar a consensos definidos en puntos tan complejos como el establecido en el suprimido artículo 210 el cual mantenía y extendía beneficios tributarios al fracking en Colombia. Se espera que en los próximos días se surta este proceso y haya una votación definitiva al informe que entreguen los conciliadores.
Sea como sea, éste es un importante precedente y un mensaje poderoso que da el Senado a los ciudadanos y al país en general. Nosotros como defensores de la vida, del agua, de la naturaleza, de los ecosistemas, seguiremos atentos a defender nuestro medio ambiente, necesitamos hacer la transición hacia una sociedad conservacionista y no depredadora con la naturaleza, necesitamos valorar, proteger y cuidar todo aquello que simbolice vida y oponernos a las amenazas que el fracking representa para nuestro país.
Es momento de que Colombia empiece la transición a las energías renovables, a energías limpias y no mantenga su apuesta en esa economía fósil representada en el petróleo, el carbón, el gas y otros combustibles, que van en declive y que en caso de permanecer puede acabar con la vida misma. Por eso, centraremos todos nuestros esfuerzos para que Colombia haga el tránsito de esa economía fósil; tan nociva, hacia una economía de energías limpias, donde este la agroindustria, la fibra óptica y donde se tenga en cuenta por supuesto su matriz energética. Hacia allá tenemos que ir y no dar un salto al vacío insistiendo en una práctica que lo único que dejara es un desastre ambiental de enormes proporciones en muchas regiones del país.
De nosotros depende seguir por la senda de una sociedad depredadora o dar un giro de 360 grados y convertirnos en una sociedad conservacionista y en #PazConLaNaturaleza.