Llueven por estos días una serie de andanadas desde diversas orillas y algunos sectores políticos que quieren hacer trizas la Jurisdicción Especial de Paz, la columna vertebral del acuerdo final alcanzado entre el Gobierno del entonces Presidente Juan Manuel Santos y la ex FARC, que permitió firmar la Paz con la guerrilla más vieja del continente.
Pero ahora, en Colombia, desde la propia bancada de Gobierno, trinos van y vienen exigiéndole al Presidente Iván Duque, que objete la Ley Estatutaria que reglamenta la JEP. Objetarla, sería un golpe mortal a la Paz y la bienvenida a nuevas formas de violencia, sobre todo en las regiones más apartadas donde se enquistó el conflicto con las FARC por más de cinco décadas.
Quienes somos defensores de la Paz y la reconciliación nacional creemos que nuestro país debe seguirle apostando a la Paz, a lograr un entendimiento colectivo, donde los odios, sean superados por el perdón y donde se logre que las víctimas tengan derecho a verdad, justicia, reparación y sobre todo a garantías de no repetición, esa sería una Paz duradera y definitiva.
Sin embargo a medida que crece la presión de quienes quieren hacer trizas la JEP y por ahí derecho la Paz, por otro lado también crece la presión de quienes anhelamos la esperanza de Colombia y una verdadera transformación social en nuestro país.
Pero no solo hay múltiples voces en Colombia que aclamamos la firma de la Ley que reglamenta la JEP, el mundo también está expectante y así lo ha hecho saber el propio vice fiscal de la Corte Penal Internacional, James Steward, quien sostuvo que no reglamentar la Ley sería un “revés”.
Desde el liberalismo, ya se ha dicho contundentemente al Gobierno que no cuente con nuestro Partido para acabar la Paz, por el contrario, estamos listos a apoyar todas las iniciativas encaminadas a fortalecer nuestros territorios social y económicamente, donde sus gentes vean con esperanza el futuro del país y donde renazca el optimismo para juntos avanzar.
Es necesario entonces fortalecer y apoyar el frente común en defensa de la Paz, para exigirle a éste Gobierno que NO puede hacer trizas la Paz, que NO es hora de volver al pasado, que los colombianos ya no queremos más violencia, más muertes, más guerra, lo que queremos es visionar un país fortalecido institucionalmente, donde todos nos respetemos y convivamos de forma civilizada, donde cada quien aporte al engrandecimiento de su Nación desde el espacio donde se encuentre y donde los territorios, esos que hacen parte de la Colombia olvidada y profunda, de la otra Colombia puedan alcanzar su propio desarrollo y progreso, esas regiones tienen todo el potencial humano para hacerlo, pero se necesita inversión social y voluntad política para lograrlo.
Hacer trizas la JEP y por ahí derecho La Paz, es un mal mensaje para nosotros como colombianos y también para el mundo, pues nadie entenderá que después de lograr la Paz, somos el único país que anhela volver a la guerra, solo para privilegiar a unas minorías poderosas que se lucran con la muerte de sus compatriotas y con el dolor de humildes familias connacionales.
Presidente Duque, firme la Ley de la JEP.
¡Sí a la Paz, NO a la guerra!