¡No más desabastecimiento de gas propano en el sur del país!

Opinión Por

Ante la escasez de suministro del gas propano para el sur del país que empezó como tendencia desde el semestre pasado, hemos venido haciendo un minucioso seguimiento a este fenómeno que está afectando en nuestras regiones del sur a no menos de 700 mil colombianos de los dos millones de usuarios de GLP en todo el país.

Y es que la gente más humilde, la gente de estrato 1 y 2, la gente de los barrios pobres de los departamentos del sur de Colombia y la gente también de las veredas que utilizan el gas propano a través de los cilindros son los más afectados y no podemos permitir que este problema siga prolongándose.

Por esta razón citamos en días pasados un debate de control político al respecto en la Comisión Quinta del Senado de la República, debate al que asistieron representantes del Ministerio de Minas y Energía, ECOPETROL, el director de la CREG entre otros altos funcionarios del nivel central que tienen ingerencia directa en la toma de decisiones frente a este vital tema.

Tengo que decir que el resultado del debate tuvo un sabor agridulce, no me voy contento, pero seguiré insistiendo en la defensa de los usuarios del GLP en todo el país.

En primer lugar hay una preferencia en Colombia en favorecer de manera privilegiada solamente la producción y refinamiento de gas natural, en aspectos como subsidios, apoyos para el desarrollo de la infraestructura domiciliaria, fondos de compensación y todo un esquema Institucional estatal de beneficios que no se ven reflejados de manera igualitaria para el caso del GLP.

Es que el gas propano es el gas de los pobres, siendo un gas esencialmente igual o mejor en poder calórico para generar energía o movilizar vehículos en Colombia y ya es hora que este tipo de combustibles tenga también un tratamiento justo y equitativo por parte de toda la arquitectura institucional.

El gas propano sirve para promover en zonas rurales la sustitución de la leña y el carbón, principalmente en el Macizo Colombiano donde se genera el 70% del agua dulce en nuestro país. Pero también, sirve para minimizar problemas de salud a las familias campesinas, porque cocinar en medio de la leña y el carbón genera problemas respiratorios a nuestras campesinas que cocinan todo el día en medio del humo.

Hoy ante la disminución en la producción de GLP amenazan que van a importar este combustible y ojalá tengan la infraestructura en los puertos, pero de darse esa posibilidad, estamos seguros que otros factores entran a jugar, como por ejemplo los costos y los precios de oportunidad, porque vamos a importar a precio internacional y eso me parece criminal con una población que no es mucha en Colombia, es marginal el consumo de GLP, pero es la gente más pobre de nuestro país y de paso vamos a golpear regiones tan sensibles en el tema ambiental como es el Macizo Colombiano.

Nuestra apuesta será seguir defendiendo a nuestros compatriotas más humildes de cualquier decisión que afecte su calidad de vida.

Seguiremos avanzando en la provisión de los subsidios para 24 municipios más de regiones como el Valle del Cauca y sur del Huila y esa es una responsabilidad ya establecida en los dos últimos Planes Nacionales de Desarrollo.

Preocupa que ni ECOPETROL, MINMINAS y la CREG den noticias claras al respecto, cuando tenemos grandes refinerías como REFICAR y Barrancabermeja y una producción diaria de barriles que supera los 800 mil barriles.

Entonces por qué no damos una respuesta clara a dos millones de colombianos de estratos populares.

Aquí la solución más expedita tiene que ser la instalación de un poliducto en la planta de Yumbo, Valle, para que aprovisione al sur del país y no nos pongan a bailar entre Apiay (Meta), Barrancabermeja, Dina (Huila), Cusiana e incluso Cartagena.

Seguiremos vigilantes, pero también insistiendo en la defensa de esta conquista social que beneficia a los más humildes de Nariño, Caquetá, Putumayo y Cauca.

Por último necesitamos que esa gran maraña de instituciones que tiene incidencia directa en este tema aplique más racionalidad pública, no más tecnicismos, ni improvisaciones, necesitamos soluciones de fondo YA!