¿Qué está pasando con las universidades públicas?

Opinión Por

La situación de las universidades públicas es preocupante, ha sido una extensa agonía de falta de recursos, desidia de los gobiernos de turno, y trato indiferente de la mayoría del Congreso.

¿Cómo explicar que las universidades públicas (según el Sistema Unitario Estatal, SUE) tengan un déficit de $1,4 billones?, ¿Cómo es posible que falten 15 billones para infraestructura?

La rectora de la Universidad Nacional, Dolly Montoya, hizo un llamado que no estuvo en los titulares de prensa sino hasta el anuncio de paro de los estudiantes de su universidad: “Necesitamos conseguir $60.000 millones antes de diciembre. Es urgente”. Es falso afirmar que las universidades públicas están recibiendo más recursos que antes, o vender la idea de que el aumento en el presupuesto de educación de los últimos años llegó a ellas, porcentualmente no fue así, para 2017 de ese presupuesto solo el 37% se destinó a Universidades Públicas, cuando en 2004 se destinaba el 53%.

Entre 2005 y 2017 hubo un aumento de estudiantes de pregrado en estas universidades del 57%, mientras en postgrado fue del 184%,  y ni hablar de las condiciones de los profesores universitarios, sus salarios, y la continuidad de sus contratos, todos los cuales son bastante precarios.

La semana pasada visité la Universidad Nacional – Sede Bogotá, como parte de la organización del XIV Seminario Internacional Antonio Gramsci (del cual hizo parte Ola Política), y es de notar el inmenso esfuerzo que realiza la institución por llevar académicos de otros países, realizar debates de alto nivel y especificidad, y de generar espacios abiertos con los estudiantes, tanto con los académicos como con los políticos.

Mientras tanto varios edificios de esa universidad (solo para poner un ejemplo), trabajan en condiciones precarias, estructuras llenas de goteras, que requieren urgentemente ser reforzadas, e incluso pintadas y modernizadas. A pesar de esto, esa universidad es una, por no decir la mejor del país, un esfuerzo gigantesco por la rigurosidad y fortalecimiento de su nivel académico.

¿Cómo es posible que entre todas las universidades públicas del país veamos un aumento entre 2004 y 2017 de un 103% en grupos de investigación, 4.160% en patentes otorgadas, y 63% de revistas indexadas, y esto no se refleje en más recursos y mejor cuidado del Estado?

He tenido la oportunidad de estudiar pregrado y postgrado en universidades privadas, pero considero que el valor de las universidades públicas, el acceso de estudiantes de todo tipo de orígenes a ellas, y la idea de formar un país más educado, y a la vanguardia de los retos de nuestro siglo, comienza por respetarla, fortalecerla, y abrir espacios para que sean los grandes centros del progreso y sueños de aquellos que nunca podrían acceder a una matrícula en una universidad privada de alto nivel.

El próximo 10 de octubre marcharán los estudiantes de estas universidades y el 11 entrarán a paro los hasta ahora confirmados de las facultades de la Nacional. Y hoy más que nunca, creo que no existe una excusa válida de este gobierno para negarle a estas universidades lo que justamente reclaman, por supuesto, las soluciones milagrosas no existen, pero seguir dando pañitos de agua tibia para dejarle este problema a otro cuatrenio, no puede ser la respuesta.

Politólogo, con énfasis en comunicación política. Dirigió el programa Politizate, de Poliradio. Trabajador incansable por la participación ciudadana y el control social.