¡Que vivan las sesiones presenciales!

Opinión Por

La Corte Constitucional  durante más de tres días debatió la constitucionalidad o no de las sesiones virtuales del Congreso y de paso de otros órganos colegiados como las Asambleas Departamentales y Concejos distritales y Municipales, al final en una decisión mayoritaria de cinco votos a favor y cuatro salvamentos, tumbó dichas sesiones amparadas en el artículo 12 del Decreto legislativo 491 del 28 de marzo de 2020.

La decisión del alto tribunal es una buena y revitalizadora noticia para nuestra democracia, porque garantiza la autonomía del Congreso de la República para determinar el ejercicio legislativo como cabeza de uno de los órganos del poder público de nuestro país.

Ahora, con la decisión de la Corte se ordena la realización de las sesiones presenciales  del Congreso de la República, se nivelara la cancha de los poderes públicos, habrá más y mejores debates legislativos y de control político, habrá información pública y abierta. Queda entonces a salvo la defensa de la democracia, el equilibrio de poderes, la división tripartita, cada poder tiene su propia forma de gobierno. Se restablece el estado social de derecho, el debate, el control político, etc, la decisión de la Corte Constitucional trae enormes bondades.

La sentencia solo surte efectos hacia futuro, las deliberaciones y decisiones virtuales del legislativo se entienden legítimamente emitidas por cuanto se presumía su constitucionalidad. Es decir, que toda esa cascada de proyectos e iniciativas de origen gubernamental y congresional aprobadas en jornadas maratónicas tienen plena validez, pues la Corte no declaró inexequibles las sesiones virtuales ya realizadas y menos los proyectos aprobados.

La actual situación generada por la crisis del covid19, literalmente obligó al Congreso de la República a legislar desde una orilla distinta que nunca en los 209 de historia se había visto. Sin embargo se perdió prácticamente un mes de sesiones, porque por Ley 5ª es claro que el inicio de sesiones es a partir del 16 de marzo, pero por la pandemia y mientras se organizaba el tema logístico, las sesiones virtuales sólo empezaron a partir del 13 de abril.

Durante casi los dos primeros meses virtuales el Congreso sólo desarrolló debates de control político, sin votaciones de proyectos, lo que no produjo alguna sensación positiva dentro de la opinión pública nacional, ni para la mayoría de los colombianos que vieron a un Congreso distraído de los grandes temas nacionales y poco protagonista en medio de la actual contingencia.

Sin embargo de forma virtual se realizaron cerca de veinte sesiones plenarias donde se aprobaron al final de legislatura más de 25 proyectos, la mayoría, iniciativas de interés nacional. El Congreso en últimas pasó el examen, se le cumplió al país en proyectos muy importantes, se hizo el debate y el control  político, se aprobaron reformas constitucionales, en fin, el legislativo superó el reto de la virtualidad que para muchos de nosotros era un verdadero desafío.

A partir del 20 de julio retornaremos al Capitolio nacional a las sesiones presenciales, recobraremos nuestro espacio habitual porque es allí donde vive la democracia, es éste el epicentro natural del debate político y porque es el escenario que reúne las distintas convergencias de opinión y de contraste de las ideas. En fin, es el lugar donde quienes representamos la voluntad popular debemos estar, para legislar por sus intereses.

Eso sí, asistiremos con las debidas medidas de bioseguridad impartidas por el Ministerio de Salud Nacional, cuidando nuestra salud y la de los demás y legislando de forma juiciosa como siempre lo hemos hecho, necesitamos que esta tercera legislatura que inicia arroje buenos frutos para el país, que entre todos procuremos la recuperación social y económica y que la vida productiva y la empleabilidad de Colombia retornen a la normalidad, un reto nada fácil, pero no imposible. Esta es la gran tarea que todos los colombianos tenemos, ponernos la camiseta de Colombia y sacar al país de esta crisis tan aguda a la que nos sumió la actual pandemia. ¡De nuestra parte estamos más que listos!