Quien siembra vientos cosechará tempestades

Opinión Por

Sobre los fatales  acontecimientos de la violencia institucional policial desparramados por las redes y medios por tener abundante información yo no voy a ahondar.

Solo busco explicaciones y trato de encontrarlas sociológicamente.

Voy en primer lugar a hurgar, según mi apreciación,  del porque se producen estos lamentables acontecimientos.

Cuando los ciudadanos acumulan conocimientos e información sobre lo que acontece en el país y cómo se maneja el gobierno y cómo se comporta el Estado, va conformando una estructura del pensamiento de acuerdo con lo que percibe. Si observa a su alrededor masacres, muertes de líderes sociales, desempleo, afectación de los contratos de los trabajadores, indolencia social, corrupción, pobreza,  desconocimiento de los acuerdos de paz, violencia y un Estado impotente e indolente, y Así mismo percibe  un gobierno monopólico, absorbente, que desmanteló del sistema democrático los pesos y contrapesos designando fiscal, procurador, defensor del pueblo, pues va acumulando resentimientos.

Pero aún más, cuando ve a su presidente interfiriendo en la administración de justicia, presionando, cuestionando sus fallos, con el propósito de ayudar a su jefe político y del partido de gobierno, afectando su independencia y minimizando la violación de los derechos humanos, desconociendo masacres con adjetivos vacuos y eufemistas, pues en el colectivo ciudadano emerge el aforismo anárquico de que en este Estado todo es permitido y que tiene justificación,  que si no se respeta la institucionalidad por quién constitucionalmente está en el deber de hacerlo y armonizar las relaciones entre las ramas del poder público, ¿por qué tiene el ciudadano que respetarla?

Pues de ese mal ejemplo no están sustraídas las fuerzas policiales y por ello en el convencimiento que obran adecuadamente y que todo es permitido pues se exceden en el uso de la fuerza  y producen aberrantes y criminales resultados con el convencimiento que van a salir inmunes y que los altos mandos, sus comandantes,  van a ser reconocidos y destacados como en efecto lo hizo  el Presidente de la República y su Ministro de Defensa al tildar a la fuerza pública cómo “HEROICA”.

Todo esto precipita  que el cuerpo social reaccione  indignado, adolorido, y se manifiesta con brutalidad sobre los bienes del estado y sobre la institución policial.

Todo lo que acumula de resentimientos y frustraciones por la impotencia del Estado y el mal gobierno  los descarga con odio y salvajismo y nos les importa perecer en la oleada de barbarie.

¡Presidente reaccione por favor!

Llame al entendimiento, lidere la convivencia, sea mesurado en sus opiniones, interprete el sentimiento popular.

Doctor en Derecho y Ciencias Políticas, fue Alcalde de Bucaramanga en el periodo 1995-1997, Gerente de las Empresas Públicas de Bucaramanga, Secretario de Vivienda y del Interior de la Gobernación de Santander.