¿Quién tiene el poder en Venezuela? La pregunta parece más importante que nunca luego de que varios países reconocieran al parlamentario del partido Voluntad Popular Juan Guaidó, como nuevo presidente encargado del país.
El poder político no es algo que se obtiene solo por el reconocimiento internacional de un grupo como los legítimos líderes de su país, como ocurría con Weber, no es el propósito, sino los medios los que importan para definir ese poder, por eso su concepto de Estado pasa por el monopolio de la violencia física legitima.
Pero cabe aclarar que contrario a lo que dicen muchos titulares de prensa, no es correcto afirmar que Guaidó se “autoproclamó” presidente, primero, porque se utilizó al parlamento venezolano elegido en una de las últimas elecciones libres del país para realizar un proceso que a través de la constitución permitiera declarar vacante la presidencia y así nombrar al presidente de ese órgano como encargado, y segundo, porque proclamar a Guaidó presidente no es un hecho fortuito, casual, inesperado, es parte de un plan de la oposición venezolana, con países y líderes de la región, para encontrar una salida intermedia a una intervención militar, o a un diálogo que nunca ha dado frutos con el chavismo.
Entonces está claro que Guaidó, puede ser reconocido como presidente encargado, pero no tiene el poder político para ejercerlo, y es por eso que comenzó a difundir entre los militares una Ley de Amnistía que busca inclinarlos contra Maduro, una propuesta audaz para obtener el poder militar, pero contrario a lo que muchos piensan eso sólo es un paso.
El destacado politólogo Guillermo O´Donell al hablar de las transiciones a la democracia, se fijó en tres tipos de actores, los democráticos, los autoritarios y los neutrales, y afirmó que si los actores democráticos deseaban una transición del autoritarismo a la democracia, debían “a) Neutralizar a los actores incondicionalmente autoritarios”, tanto aislándolos como garantizando que otros, como las Fuerzas Armadas tomen roles que no afecten la vida democrática, “b) en relación con los neutros, fomentarles preferencias o por lo menos prácticas vinculadas al funcionamiento de la democracia” estos pueden ser empresarios, líderes sociales, etc, que buscaron no tomar partida, y ahora hay que convencerlos de que el juego democrático será lo suficientemente largo como para verse obligados a adaptarse a él, y c) apoyarse en una mayoría poblacional antiautoritaria, que marcha, participa en elecciones, y participa de las instituciones democráticas.
Si se fijan, no habla precisamente de una figura fuerte, un liderazgo carismático, que saldrá como un salvador a rescatar el país, y estabilizará la economía venezolana, para O´Donell el quid está en la construcción institucional representativa, lo que llamaba un rico tejido de instituciones que median los intereses de la sociedad, y “sin ella, cualquier grado de democratización alcanzado es precario y potencialmente explosivo”
Todo esto, nos sirve para concluir con varios desafíos que enfrenta Venezuela: 1. Si se quiere que la estrategia de reconocer a Guaidó funcione, este debe lograr el poder, empezando por el control del monopolio de la fuerza física, 2. De nada le serviría al nuevo presidente tener a las Fuerzas Armadas, si no logra una transición democrática a través de nuevas instituciones representativas, el quid no es la persona que lo logre, sino cómo lo logre y cómo las instituciones por sí mismas se mantengan, y 3. Que además de sacar a los autoritarios, la oposición venezolana tendrá que mantener de nuevo la esperanza entre las mayorías antiautoritarias, e intentar convencer a los actores “neutrales” a inclinar la balanza.
Lo anterior funcionaría en el marco del retorno a la democracia, no necesariamente a la estabilización total del país, que para ello se necesitan medidas económicas, fuertes contra el régimen para ahogarlo, fuertes después del régimen para detener la debacle económica, y todas difíciles, largas y complejas. Un primer paso está en retener las reservas de oro de Venezuela en el Banco de Inglaterra (como pasó esta semana), falta ver si se cumple un verdadero embargo petrolero.
Todo lo anterior cuesta vidas, y con tristeza diré que esto hasta ahora comienza.