Razones para la esperanza

Opinión Por

Priorización a sustitución voluntaria en el Cauca y certificaciones para desminado.

Para iniciar esta columna quisiera honrar las vidas de los colombianos y colombianas que han sido asesinados durante agosto de 2020 en Arauca, Cauca, Nariño y Antioquia. La muerte de quienes defienden una paz territorial genera un dolor inefable, de saber que han regresado los días de masacres, que la pesadilla ha vuelto al país, mientras miramos impotentes como se apagan las vidas de amigos y familiares que desde los territorios se han comprometido con la construcción de un país distinto. Cada vida apagada por el conflicto armado colombiano nos duele y nos aleja de la consolidación del país que merecemos.

Para esta columna quisiera mencionar dos sucesos recientes que resultan esperanzadores para la implementación de los Acuerdos de Paz, estos son: La sentencia que prioriza la sustitución voluntaria sobre la erradicación forzada en el departamento del Cauca y la certificación de Humanicemos DH para iniciar labores de desminado humanitario.

Tutela ordena priorizar la sustitución voluntaria en municipios del Cauca

El pasado 18 de agosto la asociación MINGA dio a conocer en sus redes sociales la decisión del Tribunal Administrativo del Cauca de priorizar la sustitución voluntaria en este departamento. El proceso jurídico fue liderado por organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos bajo el acompañamiento del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo.

“Un fallo de tutela en segunda instancia del Tribunal Contencioso Administrativo del Cauca, del 18 de agosto de 2020 pone freno a la erradicación forzada y violenta en los municipios de Caloto, Cajibío y Piamonte, en el proceso de tutela donde se pidió el amparo de los derechos la vida, integridad, intimidad, libertad personal y la familia, salud, mínimo vital, debido proceso, paz, al principio de distinción y otras principios del DIH.

El Tribunal ordena a la Agencia de Renovación del Territorio y al Ejército Nacional “la suspensión inmediata de los operativos de erradicación forzosa de cultivos ilícitos donde no se haya intentado previamente la sustitución voluntaria”, y que “cada vez que se vaya a adelantar procesos de erradicación forzosa deberá realizar procesos de información, persuasión y participación de las comunidades”. Anuncia la Asociación Minga en su página web, citando el comunicado publicado por el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo.

El Colectivo ya había advertido previamente de presencias irregulares por parte del ejército colombiano en el corregimiento Carmelo en Cajibío y en la Vereda El Remanso, en Piamonte, realizando operativos de erradicación forzada violenta contra comunidades adscritas al Programa Nacional Integral de Sustitución (PNIS). El PNIS está inscrito en el cuarto punto del Acuerdo Final de “Solución al problema de Drogas” y funciona como principal mecanismo de fomento de la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito en 54 municipios, de 16 departamentos del país.

Según el Colectivo de Abogados, la sentencia le recuerda al Gobierno Colombiano que conforme con lo pactado en el punto 4 del Acuerdo Final y la normatividad que se desprende de este, existe una prioridad de sustitución voluntaria por encima de la erradicación forzada.

Esta noticia oxigena significativamente un punto de los Acuerdos que ha mostrado lentos avances durante los últimos dos años, especialmente en el cumplimiento de los pactos individuales y colectivos con las familias que se inscribieron al PNIS.

Certificación para el desminado humanitario

El pasado 14 de agosto el Servicio de las Naciones Unidas de Actividades relativas a las Minas (UNMAS por sus siglas en inglés) certificó a 17 excombatientes vinculados a la organización Humanicemos DH para realizar desminado humanitario.

El desminado es una cuestión transversal en el Acuerdo Final, que afronta significativos retos técnicos en su implementación. La certificación de excombatientes para poder iniciar labores de desminado humanitario en los territorios, era un asunto pendiente para avanzar en lo pactado en el Acuerdo con relación a este subtema. Con el apoyo de la Unión Europea y las Naciones Unidas, excombatientes crearon la organización Humanicemos DH, que presta los servicios de desminado humanitario, educación en riesgo de minas y formación para la acción integral contra minas antipersona.

Humanicemos DH tiene que presencia en Bogotá y en la vereda de Agua Bonita, Caquetá, no había podido iniciar labores de desminado humanitario por no contar con la certificación correspondiente, no obstante, luego de años de espera y de gestión, fueron las Naciones Unidas quienes otorgaron esta valiosa certificación. Ahora Humanicemos iniciará estudios no técnicos en el municipio de La Montañita, Caquetá.

La ceremonia de certificación se realizó virtualmente con la presencia de Miguel Ceballos Arévalo, Alto Comisionado para la Paz, Patricia Llombart, Embajadora de la Unión Europea en Colombia, Jan Philip Klever, director de UNMAS Colombia, representantes de la Gobernación del Caquetá, la Alcaldía de La Montañita y los excombatientes certificados.

“No podemos imaginar desde la Unión Europea un mejor ejemplo de reconciliación que el que ustedes representan.” Aseguró la Embajadora Patricia Llombart durante la ceremonia de certificación.

La sociedad civil, las organizaciones sociales y la comunidad internacional continúan apoyando activamente la implementación de los Acuerdos de Paz para construir una paz estable y duradera, sin embargo, estos esfuerzos serán en vano si no somos capaces de garantizar el derecho a la vida de los colombianos y colombianas que han encontrado en los territorios arraigo y un proyecto de vida.

Que la paz no nos cueste la vida.

Administradora de empresas y sociología en la Universidad Javeriana de Bogotá y Alumna del Entrenamiento Internacional en Diálogo y Mediación de la Universidad de Uppsala y el curso internacional de Sistemas alimentarios y dietas sustentables y saludables de la Universidad de Wageningen. Es la fundadora del medio de comunicación 3colibris, trabajó para Caritas Colombiana en relación con la implementación del "artículo uno" de los Acuerdos de Paz. Ha trabajado en proyectos para PNUD, UNFAO, UE, Fundación Suyusama. Además, está interesada en la ruralidad colombiana y latinoamericana y ha acompañado procesos de producción orgánicos y agroecológicos en Colombia, México, Guatemala, Costa Rica, Ecuador y Perú.