Todos están esperando las próximas encuestas presidenciales para ver cómo las elecciones al congreso movieron las posibilidades de los diferentes candidatos. Cada candidato se jugaba su vida política y la de su partido o movimiento en una cruzada que dejó consecuencias en las campañas.
Aquí les dejó mi opinión sobre lo que cada campaña en los primeros cinco lugares de las encuestas tendrá que tener en cuenta luego de las elecciones del domingo.
Iván Duque
Duque es considerado en gran ganador de la jornada, con más de 4 millones de votos, y una consulta con más de 6 millones de votos, cabe destacar la quemada de Alejandro Ordóñez, y consecuentemente el fracaso de su estrategia de beligerancia y señalamientos a todos sus contrincantes al estilo Trump.
Pero no todo es como parece, primero, porque nunca una consulta el día de las elecciones al Congreso ha reflejado los resultados de la primera vuelta presidencial, como ya lo he mencionado en otras columnas tanto Noemí Sanín en el 2010 en la consulta donde derrotó a Andrés Felipe Arias, como Enrique Peñalosa en el 2014 en la consulta donde derrotó a Camilo Romero y John Sudarsky, tuvieron menos votos en primera vuelta, que los votos obtenidos en sus propias consultas. Así que afirmar que Duque hoy vale 4 millones o 6 millones de votos, es demasiado optimista.
Otro punto a considerar de la consulta de Duque – Ramírez – Ordóñez, es que existía un genuino nivel de competencia, a diferencia de la consulta Petro – Caicedo con resultados totalmente predecibles, lo que posiblemente trajo más atención del electorado a la primera.
Aun así, en el Congreso esta coalición sumará una bancada importante, 19 Senadores y 32 Representantes a la Cámara por el Centro Democrático, y a eso debemos sumar la posible alianza con el Partido Conservador.
El caso de los azules es interesante en la medida que su bancada a pesar de no ser la más grande si daría un poder significativo o a Cambio Radical o al Centro Democrático, y por eso la guerra hoy está en tomarse a los conservadores, sea desde el vargallerismo o desde el uribismo, un clásico juego de un antiguo partido que en las últimas décadas dejó de jugar a buscar el poder, y prefiere siempre ganar a nombre ajeno, pero ganar.
Gustavo Petro
Si bien el resultado de Petro es más bajo que el resultado de Duque, Petro tiene a su favor obtener más votos que el candidato uribista en ciudades como Bogotá y en casi toda la Costa Caribe. Pero Petro sigue siendo muy débil en Antioquia, los santanderes, y Boyacá, donde Duque en algunas zonas lo dobla o tríplica en votación.
Petro además cometió dos errores que advertí en una columna anterior, el primero, es dejar contarse, cuando tiene una significativa intención de voto, y el segundo, es ofrecer una consulta poco competitiva, y por lo tanto poco atractiva al electorado.
Quizás es por eso que el Ex Alcalde ya es consciente de la necesidad de seguir presionando una coalición, algo que por el momento no se ve posible, y a eso sumemos una bancada en extremo pobre de solo 4 senadores y 2 representantes a la cámara, ambos de Bogotá.
Sergio Fajardo
La esperanza de Fajardo es confiar en su regreso a los medios y al top de la opinión luego de terminar las consultas que eclipsaron a los candidatos que no participaron, su victoria el domingo, aunque significativa, sigue siendo muy pobre para gobernar. 15 senadores, 11 representantes, en su mayoría verdes, no logran una bancada de peso, y Fajardo es quizás uno de los más lejanos en lograr llevarse a los parlamentarios de la U o lo conservadores, algo que no mejora su situación como posible presidente.
Pero además el Ex Gobernador de Antioquia tendrá que aprovechar la situación, mientras estén punteros Petro y Duque, ofrecerse como una tercería no parece ser una opción descabellada, más aún cuando tenemos a un Duque que no sabe responder cuando le preguntan si en Colombia realmente tenemos una escandalosa desigualdad, y un Petro que no sabe responder si Maduro es realmente un dictador.
De todas formas, si Fajardo no logra sentar una posición que jale al electorado de centro y saque votos de la polarización de los punteros, su campaña se seguirá complicando.
Germán Vargas Lleras
Además de no entenderse como elige a Juan Carlos Pinzón como candidato vicepresidencial, en una jugada que parece tan poco estratégica. Vargas salió de las elecciones al Congreso con una bancada fortalecida en Cambio Radical, y con grandes posibilidades de definir votaciones importantes en los próximos 4 años.
Pero la pregunta que tendrá que hacerse rumbo a la primera vuelta es ¿Cuánto tiempo dudarán los aliados de maquinarias en las regiones mientras en las encuestas no parece tener opción de ganar?. Si Vargas no revierte su posición en las encuestas, y da un golpe sorpresivo en primera vuelta, todas sus estratagemas para reunir al ala dura de las estructuras políticas de Colombia, habrá fracasado.
Humberto De La Calle
El Liberal es en mi opinión un candidato paradójico. Conocido entre sus propios competidores por ser un hombre decente, centrado, con amplia experiencia, un verdadero negociador y estadista, su pulso de mecánica política parece fallar.
El Partido Liberal no se ve unido, mientras un sector pide la renuncia del actual director Cesar Gaviria, De La Calle sigue bajo en las encuestas, y parte de su bancada le pide a gritos que asuma la dirección de la colectividad, otros están de acuerdo en que Humberto está padeciendo dentro de su campaña ante la imposibilidad de lograr alinear a su propia casa para apoyarlo.
La bancada del liberalismo a pesar de perder votos sigue siendo arrolladora, con 14 senadores y 35 representantes a la cámara, parecen el partido perfecto para dar oxígeno, por ejemplo, a un Sergio Fajardo. Pero mientras todos van en solitario a primera vuelta su destino parece ser el de quedarse divididos y en oposición desde el 7 de agosto.