Intento por todos los medios envainar la pluma para dejar descansar a mis lectores, pero definitivamente los acontecimientos me hacen desistir.
En este caso desenvaino para expresar mi desconcierto por las inconvenientes y precipitadas declaraciones del Presidente de la Republica frente a la confesión de la FARC sobre su autoría en el crimen de Alvaro Gomez Hurtado.
Cual bisoño funcionario judicial o malévolamente pone en entredicho esa pieza procesal que debe ser evaluada por quienes tienen la competencia legal, en este caso la JEP, para conocer, investigar y llegar a la verdad de tan abominable crimen. Da a entender que lo dicho por la FARC no es verdad y que estas tratan de desviar la investigación y protéger a los verdaderos actores. Es más, de manera aireada amenaza con que el peso de la ley debe caer en quienes actúen con ese propósito. Así mismo abre un boquete para enfrentar y confrontar la jurisdicción ordinaria con la especializada creada con el acuerdo de paz cuando señala que la fiscalía debe seguir investigando ese crimen y que debe tener muy en cuenta las apreciaciones de la familia del Dr Gomez Hurtado.
Insiste el Presidente de nuevo en vulnerar la autonomía de los poderes públicos al entrometerse en asuntos que son de competencia de la rama judicial y en este caso de la Jurisdicción Especial para la paz JEP, a donde deben responder con la verdad los exintegrantes de las FARC. Suma este nuevo capítulo al de hace unos días cuando sostuvo que los fallos judiciales había que acatarlos pero también cuestionarlos. ¿Habrase visto en boca de un Presidente tamaño desatino?.
¡Zapatero a sus zapatos!. Se imaginan a la rama judicial a través de sus presidentes cuestionando la construcción de una obra pública, o los viajes al exterior del Presidente, o la política de salud , educación y seguridad ciudadana u oponiéndose a la reforma tributaria ? O al Legislativo, Congreso de la Republica, inmiscuyéndose en las decisiones de la rama judicial, cuestionando sus fallos o sentencias, u ordenado al Presidente de la Republica a quienes debe designar ministros o cuál ha de ser el manejo de las relaciones exteriores ?. Sería el desbarajuste total.
Inmiscuirse con estas desafortunadas declaraciones sin conocer la versión integral de las FARC sobre las circunstancias de modo, tiempo y lugar asi como los móviles del crimen, contribuyen a crear desconcierto , sembrar dudas y polarizar más al país quien con toda seguridad agregarán un nuevo ingrediente a esa división.
No entiendo que persigue el Presidente con esas declaraciones; pareciese que está haciendo un mandado o es la marioneta de algún ventrílocuo perverso que tiene la proclive intención de desprestigiar a un partido o a una organización y a sus estamentos de dirección.
Intuyo que al Presidente no le agrado esa confesión porque en el entramado del gobierno, su partido político y la Fiscalía, su aliada, tenían otras intenciones y otros actores.
Ojalá brille la verdad para bien de la la patria y que la justicia logre esclarecer este abominable crimen que causó gran consternación en el país.