Durante las primeras semanas de noviembre los colombianos y colombianas hemos sido testigos del desespero de los paperos que están al borde de la quiebra fruto de una significativa caída de los precios del tubérculo andino, en un mercado nacional inundado de papa importada, especialmente de Bélgica que es vendida a precios irrisorios. Esta desafortunada situación no es un problema nuevo, ni se soluciona únicamente con autogestión, se necesitan de políticas agrarias favorables para los productores nacionales.
La papa es andina
En el mundo se han identificado 9 centros de origen de producción de alimentos, territorios en los que se han domesticado la mayoría de los alimentos que consumimos hoy en día y los Andes hacen parte de este selecto grupo. Las fluctuaciones de temperatura entre día y la noche propias de las tierras más altas del suelo andino entre los 3.500-4.500 msnm dieron origen a especies vegetales como la papa, la oca y el olluco que producen sus frutos bajo tierra. En suelos a los que no se logró adaptar el maíz, la papa se convirtió en un alimento fundamental en la dieta de nuestros ancestros, aportando los carbohidratos necesarios para balancear una dieta rica en proteína animal, así como otros nutrientes esenciales, señala Francisco Morales.
Entender nuestra historia como latinoamericanos, necesariamente nos conduce a conocer la historia de los alimentos. Según Alphonse DeCandolle, existen motivos para pensar que el consumo de la papa en Sur América se remonta al año 10.500 a.C. aproximadamente, en el sur de Chile. Más adelante las comunidades del Lago Titicaca, frontera entre Bolivia y Perú, grandes sabedores agrícolas domesticaron la semilla de la papa que en los suelos andinos encontró suelos propicios para desarrollar más de 6,408 variedades de papas nativas tan solo en Perú, según, el Instituto Nacional de Innovación Agraria de ese país. Posteriormente, con la conquista española la papa llegó a suelo español, la semilla de la papa posiblemente llegó a Bélgica por comerciantes españoles que la traían desde Sur América.
Los estragos de una apertura económica sin desarrollar la producción nacional
La papa es una de las principales líneas agrarias de Colombia, anualmente genera más de 300000 empleos, además, es el mayor generador de empleo en clima frío del país, del cual se sustentan más de 110000 familias colombianas.
Desde la intensificación de la apertura económica en Colombia y la consecuente implementación de Tratados de Libre Comercio la papa colombiana ha sido uno de los tantos cultivos que han disminuido significativamente su participación en el mercado nacional al entrar a competir en condiciones desiguales con productores de todo el mundo en su propia casa. En los últimos diez años Bélgica se ha posicionado como el principal proveedor de papa para Colombia con más del 74% del total de las importaciones para Colombia, seguido por los Países Bajos, Alemania y Estados Unidos.
El déficit de la balanza comercial sufrió un significativo incremento desde 2012, año en el que inició la implementación del acuerdo comercial entre Colombia y la Unión Europea, causando un incremento considerable de las importaciones de papa por Colombia, proveniente de Bélgica y los Países Bajos. Llegando a registrar un preocupante déficit en la balanza comercial de -50%.
Una papa caliente en 2020
Los paperos ya venían expresando su malestar a los Gobiernos Nacionales de turno durante la última década, en el Paro Nacional Agrario la renegociación de los Tratados de Libre Comercio fue una solicitud latente por parte de los gremios agrícolas nacionales. Según el Diario La Economía, durante los tres primeros meses de 2020, las importaciones de papa crecieron en un 21%, motivadas por el afán de los productores belgas de vender el más de un millón de toneladas que tienen almacenadas para inundar a los mercados mundiales con productos de dudosa calidad. De acuerdo con Fedepapa, la papa que viene de Bélgica no cumple con las condiciones exigidas por el Invima.
“Se trata de papa de desecho que tiene un tamaño muy pequeño que no aceptan los países de la Unión Europea y por eso lo que sobra allá no lo envían a Colombia a unos precios muy bajitos. Un dato nacional y que pone a pensar a más de uno porque hay dumping y algo más, le venden papa más barata a Colombia que a Inglaterra, es decir que quieren apoderarse del mercado colombiano, acabar con los agricultores y una vez posicionados hacer con los precios lo que les venga en gana”, aseguró German Palacio, gerente de Fedepapa.
En 2019, Colombia importó 54000 toneladas de papa y según cálculos de Fedepapa para 2020 la cifra puede llegar a las 65000 toneladas, una tasa de importación de lleva a la quiebra a los productores nacionales, cada kilo de papa importado desplaza dos kilos y medio de papa fresca nacional, según Fedepapa.
Tenemos que organizarnos por nuestra soberanía alimentaria
Actualmente, Colombia produce en promedio 2.7 millones de toneladas de papa, siendo capaz de abastecer a los consumidores y a la industria nacional sin problemas, más que los problemas de infraestructura y logísticos que históricamente han afectado al país. El 90% del área sembrada se concentra en Cundinamarca, Boyacá, Nariño y Antioquia.
Fedepapa, organizaciones de base de paperos, gobernaciones de los principales departamentos productores de papa y congresistas como el Representante a la Cámara César Pachón se han organizado para lanzar la campaña “Papatón” que durante el puente festivo del pasado 16 de noviembre logró vender en Cundinamarca 2073 toneladas de papa, que equivalen a más de $1.455 millones.
La autogestión ciudadana para promover el consumo local es una gran estrategia para estimular la producción nacional. No obstante, la acción ciudadana no es suficiente si no llega acompañada de políticas económicas que favorezcan a la producción nacional, ofreciendo garantías para la producción, la comercialización y la vida digna a los productores locales.