Si recordamos la historia de las relaciones internacionales de Colombia y de su política exterior estas han sido pobres, con algunas honrosas excepciones.
Es lamentable que el país no se haya dado cuenta de la importancia que tienen para Colombia y para sus connacionales las relaciones internacionales y en particular el buen diseño de una política exterior.
Recordemos que la diplomacia es la herramienta de la política exterior, y esta última, a su vez, es el instrumento de algunos de los aspectos de la política interior o del plan de gobierno del presidente de turno.
La propuesta del candidato Rodolfo Hernández de querer cerrar 27 embajadas y varios consulados en el exterior es funesta para el país y para los colombianos.
En un mundo interdependiente y globalizado y ante el retroceso de la política exterior colombiana durante este gobierno, lo que se debe hacer es fortalecerla, recobrar la buena imagen que teníamos en el exterior y apoyar a los colombianos que se encuentran en los distintos países, algunos de los cuales se dan a conocer por su estigmatización hacia nosotros.
La Convención de Viena para los asuntos consulares señala muy bien las obligaciones que los países tienen para con sus connacionales. No podemos seguir evadiendo esta responsabilidad como lo que pasó con Venezuela que no solamente se rompieron las relaciones diplomáticas sino que hemos abandonado a todos los colombianos en el vecino país, ya que se cerraron todos nuestros consulados, cuando se debieron conservar.
Ningún país en el actual orden internacional se puede aislar. Se nota el desconocimiento que se tiene en esta materia.
Tenemos que recuperar la imagen del país y de los colombianos que hemos venido perdiendo a pasos agigantados, pues volvimos a que nos identificaran como narcotraficantes, paramilitares y corruptos.
Hay diversas clases de diplomacia entre la que encuentran por ejemplo la diplomacia cultural, la económica, y la comercial entre otras, las cuales son fundamentales para que los Estados fomenten la integración y la cooperación entre países, por ello se considera que las relaciones diplomáticas son un elemento crucial en la globalización política y económica.
Así mismo las relaciones internacionales son vitales para vigilar el flujo de los bienes e información para la promoción de la cultura humana, de la política, para crear lazos de amistad y confianza entre los distintos Estados y gobiernos, así como para una mejor comprensión de las diferentes culturas, la cual es fundamental en todo tipo de negociaciones que se realizan sobre distintos temas, sino también para generar coyunturas para el intercambio de estudiantes.
La diplomacia es el manejo de las relaciones internacionales, en las que se generan vínculos estrechos con la política, con la geografía entre dos o más países, además de las que se mencionaron anteriormente, se crean alianzas que repercuten no solo en la obtención de productos que sean difíciles de conseguir, sino que son un beneficio para las naciones para su política exterior y para obtener apoyos en las distintas candidaturas en que los Estados aspiran a tener un representante en los diversos organismos o entidades internacionales.
Estos vínculos se mantienen entre los Estados y entre éstos y los demás actores internacionales, los cuales están regidos por normas internacionales establecidas. En caso de algún conflicto entre países o entre regiones, es necesario tener intermediarios para evitar guerras o cualquier mal mayor y poder solucionar las diferencias de manera pacífica.
La diplomacia es clave para diversos aspectos de la sociedad diplomática internacional en general, y esta tiene una incidencia en la política interna de un país, por lo tanto, el cerrar embajadas y consulados sería darnos un tiro en el pie.