Muchos han dicho que la política pública es «lo que hace el gobierno«. Otros, afirman que es únicamente aquello que está dirigido a la búsqueda de un bien general. La política pública debe ser el resultado de la intención de quien lidera un proyecto político nacional, de dar respuesta a un problema sentido por su electorado, a través de las agencias públicas de su gobierno.
El centro de esta definición, es que se debe responder a un problema percibido por el electorado, lo que implica que el gobierno debe ser sensible a las demandas sociales y en particular, que debe abrir canales de acceso para comunicarse con ciudadanos y votantes. Asuntos como estos, fueron abordados por el reciente Informe sobre desarrollo mundial 2017, del Banco Mundial, que analizó los procesos de gobernanza y el por qué algunas políticas dan buenos resultados y otras no.
Especial mención merece dentro del documento, asuntos como la distribución desigual del poder que obstaculiza la eficacia de las políticas y la ausencia de compromisos reales por parte de líderes políticos.
En relación con la desigualdad, ya tenemos varios diagnósticos en Colombia. Si se adopta el Gini, nuestro país es el segundo más desigual de América Latina, según cifras del Banco Mundial (2014). Este es un tema grave, porque muestra asimetrías en el poder, que son la razón por la que determinados grupos y personas quedan excluidos de los estímulos de la ley y de los beneficios de la participación en políticas públicas.
Necesitamos garantizar que las políticas se apliquen impersonalmente, no más proyectos con nombre propio. Para eso, hay que ampliar los canales de comunicación con los ciudadanos para diseñar y ejecutar políticas, en otras palabras, garantizar más ojos encima del diseño normativo.
Solo a través de la experiencia ciudadana, de su día a día, de su relato sobre los obstáculos con que se encuentra para acceder a la escuela, conseguir trabajo, recibir atención médica, entre otros, se asegurara que las políticas partan de la evidencia real y no de gaseosas o trasnochadas ideologías.
Para terminar, es necesario aumentar la capacidad de los líderes políticos para comprometerse con las demandas sociales. Esto va directamente relacionado con acabar prácticas políticas tradicionales como la captura y el clientelismo en los procesos institucionales. Es necesario también, más ojos encima de cada candidato y que quienesmenos influencia tienen en política, sean parte de ella.