El Frente Primero ‘Armando Ríos’ de las FARC anunció que no acataba las directrices del Secretariado. De acuerdo con información publicada, a la cabeza de este frente está el comandante Gentil Duarte, quien hace presencia en el área de Guaviare. Este individuo, lidera un sector de la guerrilla que inició desde hace más de 40 años el cobro de gramaje a los cultivos de hoja de coca en los territorios del Guaviare, Guanía y Vaupés.
Hoy la disidencia anunciada de ese frente, tiene impactos que quiero denunciar. Se trata del secuestro de Herledy López, un funcionario colombiano, miembro de las Naciones Unidas ONU, que trabajaba en el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito en Guaviare y que desde el pasado 3 de mayo, fue privado de su libertad mientras se encontraba en el corregimiento de Barranquillita.
Nos enfrentamos al primer secuestro de un funcionario encargado de implementar el acuerdo de paz, sin que a la fecha tengamos alguna prueba de vida. Al parecer, la disidencia ha pedido que a cambio de su entrega, las Naciones Unidas contribuyan a la liberación de alias ‘Simón Trinidad’ y el Gobierno Nacional, lleve a cabo un plan de desarrollo integral para los campesinos, distinto a la estrategia de erradicación de cultivos en la zona. Grupos disidentes de las FARC, se suman a los nuevos retos de seguridad en el posconflicto, por lo que es necesario utilizar toda la fuerza del Estado colombiano para capturar a estos delincuentes.
Sin embargo, al mismo tiempo, es útil abrir espacios para que se sometan voluntariamente a la justicia. Por esto, le exijo al Frente Primero de la disidencia de las FARC que libere inmediatamente al señor Herledy López Hernández y que le informe al país sobre su estado de salud, condiciones de cautiverio y motivos por los cuales se encuentra secuestrado.
Igualmente, le solicito al Gobierno Nacional y a las Naciones Unidas que expliquen si han llevado a cabo algún tipo de acción para lograr su liberación. Desde hace más de un mes no se sabe nada de su paradero y es alarmante que el Gobierno Nacional aún no ha hecho un pronunciamiento contundente sobre este hecho y los nuevos retos en materia de seguridad. Es claro que estos secuestradores no pueden ser tratados como simples bandidos comunes.