Francia Elena Márquez Mina, una líder social afrodescendiente oriunda de la vereda Yolombó en Buenos Aires Cauca, paso en muy poco tiempo de la tristeza a la alegría, de la penumbra del penoso fenómeno del desplazamiento a la gloria, pues después de librar una lucha sin cuartel contra la extracción ilegal de oro en La Toma, Cauca, evitando que los ríos fueran contaminados con mercurio en zonas del suroccidente colombiano tuvo que salir huyendo por amenazas de muerte, sin embargo, siguió liderando causas sociales en defensa del medio ambiente de su región y hoy ese gran esfuerzo ha sido grandemente recompensado.
Su lucha permanente en la defensa del medio ambiente y el territorio hizo que Francia fuera galardonada con el premio Goldman 2018, premio catalogado como el “Nobel del Medio Ambiente” y que sólo es otorgado anualmente desde 1990 a seis líderes que trabajan por esta causa en todo el mundo.
Francia es una de esas líderes innatas que trabajan diariamente de manera incondicional por el bienestar de todas las comunidades, su único interés es que los ríos no sean contaminados con mercurio o cianuro, que la extracción ilegal de minerales no contamine las fuentes hídricas, que el medio ambiente este a salvo de cualquier amenaza que ponga en riesgo la vida de las especies, también de la fauna y la flora de un país tan mega diverso como el nuestro.
Quienes ganan este prestigioso premio que entrega la Fundación Goldman de los Estados Unidos, son personas que se dedican a la protección de ecosistemas y especies en peligro de extinción, que luchan contra los proyectos de desarrollo nocivo y destructivo. Generalmente los ganadores son hombres y mujeres de regiones aisladas que arriesgan en muchos casos hasta sus vidas para proteger el medio ambiente. Sin duda, ¡unos verdaderos héroes!
Por ende, el premio Goldman 2018, es un justo reconocimiento a una mujer luchadora, cuyo liderazgo social debe ser ejemplo para toda una sociedad que a veces pierde la sensibilidad por la protección del medio ambiente y lo que ello implica para las futuras generaciones.
Este galardón tan prestigioso debe llenarnos de orgullo y de motivos para acompañar estas nobles causas sociales que deben ser de todos los colombianos.
A Francia, a su familia, a su comunidad y a todos quienes la han acompañado en esta lucha social, mi admiración, respeto y gratitud, son ejemplo a seguir, y un orgullo nacional.
Quiero aprovechar también este espacio para hacer un justo reconocimiento a Hernando Chindoy Chindoy, tal vez el principal líder indígena que tiene Colombia, él junto a su comunidad INGA de Aponte, Nariño, emprendieron una cruzada para combatir el narcotráfico que los tenia azotados y que los involucro en ese nefasto negocio durante muchos años.
Hernando y su comunidad entendieron que ese flagelo atentaba enormemente contra la “Pacha Mamá” y contra la humanidad, entonces iniciaron una lucha frontal para erradicar los cultivos ilícitos (amapola) de sus territorios.
Ese esfuerzo fue reconocido también a nivel mundial y fue así como la COP 21 de París, y el encuentro mundial de las Naciones Unidas reconoció a los Inga por buscar soluciones de desarrollo sostenible para las personas y la naturaleza en todo el mundo y por combatir el cambio climático, basados en un modelo ambientalmente sostenible.
La comunidad Inga de Aponte, son reconocidos a nivel mundial como guardianes del territorio, promotores de paz y cuidadores del medio ambiente. Con una población de cuatro mil personas, luchó con éxito contra el exterminio de los grupos armados ilegales, recuperó su soberanía y los derechos de sus más de 22 mil hectáreas de territorio ancestral.
Por todo ello los Inga de Aponte también son un verdadero ejemplo y orgullo nacional.