La falta de conectividad y atraso vial de Colombia no es un secreto para nadie, incluso es un rasgo propio de Colombia (la dificultad para transportase de una región a otra) rasgo que se explica por la topografía quebrada, que junto con décadas de abandono a la inversión vial han ido configurando el escenario de malas vías, mala conectividad y un trasporte costoso.
El problema de la infraestructura, es una herencia de los malos e ineficientes gobiernos del siglo XX que invirtieron poco o nada en el desarrollo de la infraestructura de Colombia y como consecuencia vimos perder el sistema férreo colombiano al punto de que la estación de tren de la sabana es prácticamente un edificio museo que nos recuerda lo que fue el sistema férreo en Colombia. Durante el siglo XX las vías se deterioraron algunas que nunca fueron pavimentadas se volvieron trochas mientras el resto se quedaban pequeñas a las necesidades de Colombia. Mientras la ausencia de interconexión seguía existiendo, perpetuando la pobreza en las regiones apartadas y la poca presencia estatal que incuba delincuencia y problemas de orden público.
En este panorama es que el gobierno Nacional en la última década ha desarrollado el plan más ambicioso de desarrollo de infraestructura vial y de inversión en infraestructura de nuestra historia, cuya bandera han sido las vías 4G, un programa que poco a poco le ha cambiado la cara a Colombia y está permitiendo la integración de las regiones como un solo país, pero un programa y una inversión por más Billonaria que sea no puede en 10 años corregir los errores de casi todo un siglo de abandono a las regiones y a la infraestructura Nacional.
Y es que el desarrollo vial, férreo y de transporte en general debe estar en la agenda nacional como una prioridad esencial, por no decir primaria, porque después de todo como lo evidencia el informe de Competitividad del Foro Económico Mundial 2017-2018 el atraso en infraestructura es una de las razones de la poca competitividad de la economía, limitando el desarrollo económico y social de Colombia. Pero la necesidad de desarrollar la maya vial no es exclusivamente una cuestión económica, también es una cuestión de seguridad y defensa nacional al ser en las regiones apartadas donde el narcotráfico y la ilegalidad subsisten, se fortalecen e irradian su influencia al resto del país.
Pero desarrollar la maya vial no solo es construir las megas autopistas de las 4G, también e incluso más prioritario para el futuro inmediato del Posconflicto y la estabilización de Colombia es la reparación, construcción y ampliación de las vías secundarias y terciarias, pues son ellas las que le permitirán al campo y el sector agropecuario desarrollarse y eliminar el aislamiento de las regiones de Colombia donde el estado no pueda llegar.
El gobierno actual en el 2017 destino aproximadamente 1,3 billones de pesos para la reparación y construcción de la maya vial terciaria, cifra que aunque es récord en inversión para este sector está muy lejos de lo requerido para rehabilitar el sistema de vías terciarias que consta de 142 mil kilómetros y según INVIAS se requerirán 3,3 billones de pesos de inversión anual por los siguientes 15 años para reconstruir este sistema vial, claro está suponiendo que no sea necesario construir nuevas vías a terciarias y sin contar los recursos requeridos para la ampliación y pavimentación de las vías secundarias.
El siguiente gobierno está llamado, sino obligado a realizar esta millonaria inversión si desea volver el campo, el sector agrícola y pecuario como el motor de la economía colombiana, sin estas vías el sueño de tener un sector agropecuario fuerte y próspero es solo un sueño casi utópico.
La construcción de estas vías no solo es un tema económico de competitividad y desarrollo rural, aunque este sea muy importante, pues el tema de seguridad y control territorial del estado es un tema aún más importante. Hoy en día hay poblaciones rurales en municipios completos o veredas donde la presencia del estado no llega, pero la delincuencia y el narcotráfico si, donde la única forma en que la fuerza pública puede llegar es en helicóptero o tras horas de caminatas, convirtiendo la lucha contra la delincuencia en una labor titánica en sí misma.
La fuerza pública debe llegar a cada vereda no importa el municipio o la población que sea y esto solo es posible si los vehículos de la fuerza publica se pueden transportar con libertad por el territorio nacional, para esto se requiere la existencia de vías secundarias que conecten los municipios de Colombia y vías terciarias que conecten las veredas y caseríos, las vías y la conectividad vial es el mecanismo para llevar el imperio de la ley a toda Colombia y que la fuerza publica pueda controlar el territorio y expulsar a las bandas de narcotráfico que tienen sometidas y aterrorizadas a estas poblaciones rurales.
Adicionalmente si se quiere tener un programa de sustitución de cultivos ilícitos exitoso, se requiere poder garantizarles a los campesinos que cultivar bienes agrícolas es rentable, algo que hoy en día no lo es en las regiones apartadas y recónditas de la geografía Nacional, parte de lo necesario para garantizar la rentabilidad de los productos lícitos es reducir los tiempos de carga y costos de transporte (de insumos y productos), esto solo se puede alcanzar con un sistema vial idóneo que llegue hasta la vereda oculta en la mitad de los andes, la selva y el inmenso Llano.
El próximo gobierno deberá garantizar el desarrollo de la infraestructura necesaria para las regiones, sea bien invirtiendo los 3.3 billones que propone INVIAS, o usando el sistema de obras por impuestos, o poniendo a los batallones de ingeniería del ejercito a construir tantas vías como sea posible entendiendo a la urgencia de tener esta infraestructura porque de ella depende la seguridad nacional o llegando a acuerdo con las comunidades de trabajo colectivo por medio de las juntas de acción comunal donde los pobladores ponen el trabajo requerido y el estado pone los planos y materiales necesarios para la obra o una mezcla de todas las anteriores, cualquiera que sea la opción que tome el nuevo gobierno el peor error sería no hacer nada, eso solo garantizará volver atrás y entregarle esas regiones al narcotráfico y la delincuencia. Porque Colombia debe estar conectada, integrada y comunicada como un solo país.