“La corrupción está en todos lados, en todos los países, eso lo sabemos. La diferencia es que si uno mira el largo plazo descubre que la corrupción impide que un chico coma, o que un hospital tenga insumos”. Facundo Manes
La corrupción es el uso de los recursos públicos para beneficio personal, y es un problema que afecta directamente al ciudadano en la medida en que ese dinero robado hace falta en los hospitales, en los colegios, en la nutrición adecuada de nuestros niños, en la infraestructura vial y de servicios públicos, en programas para nuestros ancianos, etc. Por ello luchar contra este flagelo, debe ser uno de los principales propósitos de las sociedades.
El próximo domingo 26 de agosto los colombianos estamos convocados a participar en la consulta anticorrupción, en esta columna no me centrare en si los puntos incluidos en la consulta son el mejor instrumento para acabar con esta práctica criminal. Pues creo que la consulta tiene por mayor virtud poner en el centro de la agenda publica el debate sobre la lucha contra la corrupción. Pase o no el umbral, una votación significativa obligara a las instituciones públicas a meterse de lleno en este debate, con la virtud de que el impulso del mismo no es de origen gubernamental, sino ciudadano.
Debemos salir a votar la consulta, pues un país que tolera este flagelo, es cómplice se situaciones como: la desnutrición de los niños a los que nos les llegan los alimentos, de los puentes que se caen, de las obras que tras años y sobrecostos impagables no se inauguran, de la falta de servicios públicos en muchas regiones del país, de los carteles de la salud que matan pacientes, en fin, de realidades inverosímiles por las que nos quejamos a diario al ver los noticieros del medio día.
Debemos convertir nuestra indignación en acción transformadora, por ello, la consulta anticorrupción es una oportunidad única para canalizar el descontento contra uno de los males que más golpea al país. No podemos pedirle al establecimiento que de forma altruista se reforme, hay que salir a votar, pues cada voto a favor, le da mayor fuerza política y moral a la apuesta ciudadana de transformar y hacer más decentes las prácticas políticas. Debemos enviarle un mensaje claro a los corruptos: no aceptamos sus prácticas.
Como dijo el Senador Liberal Luis Fernando Velasco Chaves: “esta consulta tiene un elemento político muy importante, abre el debate sobre cómo enfrentar la corrupción”.