El gobierno cubano, más que hipócrita es mentiroso, pregona defender el derecho a la libre determinación de los pueblos y la no injerencia en otros países, sin embargo busca a toda costa destruir la democracia colombiana apoyando sabotajes a la gobernabilidad de Duque que permitan la llegada a la presidencia de Petro.
Cuba sabe que al régimen de Maduro y Cabello en Venezuela les va quedando poco tiempo, de ahí que la dictadura cubana tenga en su mira a Colombia, de la que se alimentaría parasitariamente. Petro es su delfín, por afinidad ideológica, y a quien tienen comprometido hasta los tuétanos.
Durante la pasada contienda electoral fue muy claro, descaradamente evidente, la presencia de asesores cubanos replicando aquella “batalla de ideas” con la que se lavaron cerebros de jóvenes en la difícil Cuba de los pasados años noventa; lo pude comprobar en la bogotana Plaza de Lourdes al ver a Silvio Martínez, quien fuera subdirector de la agencia Avante de la editora Abril del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas y éste me confesó que había llegado a Colombia (desde Venezuela) para asesorar a Petro; en su momento lo denuncié por redes sociales y a oficiales de la DIJIN.
Parecía que las cosas no pasarían de asesoría propagandística. Hasta que vi cómo los agentes cubanos preparaban el camino para victimizar a Petro, creándole una imagen análoga, similar, a los asesinados Gaitán y Galán, allanando el camino para un “atentado a Petro” que les permitiera enlodar a Duque buscando inclinar votos a favor de Petro.
El incidente de Cúcuta fue puro show, autogol de la campaña petrista, pero que dio pie a que después Petro en Soacha dijera que estaba en riesgo de muerte; empero, el verdadero golpe propagandístico lo estaban fraguando por medio del más que evidente agente del G2 Cubano (Inteligencia cubana) el terrorista Raúl Gutiérrez Sánchez, quien confesó a Vicky Dávila que había llegado a Colombia para “atentar contra Petro, Timochenko, la embajada cubana, y ajusticiarme a mí” diciendo que pertenecía a una organización del exilio de Miami que era financiada por la ultraderecha colombiana y los cubanos de Miami.
A muchos les parece raro lo declarado por el Raúl Gutiérrez Sánchez; pero está más claro que el agua y cualquier cubano se da cuenta del trasfondo: bastó con ver las series televisivas que pasaba el régimen en Cuba mostrando cómo trabajan los espías del G2 y aplicar el sentido común.
Raúl Gutiérrez Sánchez “atentaría” contra Petro para “mostrar” que la derecha colombiana en alianza con el exilio cubano de Miami quería hacerle igual que a Gaitán y Galán porque él era un líder progresista, enlodando a Duque y su campaña, dando a entender que las organizaciones del exilio cubano de Miami están vinculadas a los terroristas de ISIS; “atentaría” contra Timochenko y la Embajada Cubana para desmarcarles, desvincular a la FARC y Cuba de la autoría del “atentado” a Petro. Y por qué a mí: dijo que yo trabajaba con el Exilio de Miami y la campaña de Duque (es decir que yo era el vínculo entre Miami y Bogotá) Siendo la realidad otra: yo apoyé, y apoyo, a Duque, pero nunca trabajé en la campaña Duque Presidente y jamás he trabajado con el exilio de Miami. Las razones de quererme asesinar fue porque era una voz incomoda denunciando la injerencia cubana y porque yo estaba de candidato a congresista por SOMOS un partido aliado a Centro Democrático y soy un cubano con el que el régimen de la Isla nunca podrá contar.
Más pruebas: en la audiencia de captura de Raúl Gutiérrez Sánchez estaba el Vicecónsul de Cuba -¿qué tenía que hacer ahí?- y éste funcionario castrista le dijo a los oficiales de la DIJIN que Cuba quería llevarse para la Isla a Raúl Gutiérrez Sánchez. ¿Cómo para qué? Ante el fracaso de la misión que debía cumplir éste agente del G2 cubano quieren sacarlo para Cuba, de ahí que Raúl Gutiérrez Sánchez declarará a Vicky Dávila hablando pestes del gobierno de Estados Unidos, del Exilio de Miami (evitando que lo manden para USA) ante un eventual pedido de extracción por parte del FBI. Cuba alude que Raúl Gutiérrez Sánchez es ciudadano cubano (no colombiano ni norteamericano) y que al existir convenios de extradición entre Cuba y Colombia deberían enviarlo a “cumplir” en Cuba.
Recomiendo que el gobierno colombiano le haga pagar a Raúl Gutiérrez Sánchez su condena en Colombia, o se lo entregue al FBI, pero que no le dé el gusto a Cuba. Máxime cuando la dictadura cubana está trabajando fuerte para boicotear, sabotear, la gobernabilidad del gobierno Duque, asesorando en lavado de cerebros a los jóvenes, buscando subir a Petro, un presidente que le permitiría a Cuba vivir de Colombia como a estado explotando a Venezuela, Bolivia, Nicaragua, hizo con Ecuador, Argentina y Brasil.
De los colombianos y cubanos, de bien, dependerá que Cuba no destruya a Colombia.